A Pesar De Todo #1 [Editado]

Capítulo 35

Narrador Omnisciente

"Recreación De Un Sueño Macabro"

Corriendo por el claro pasto, Adeline y Arthur, disfrutaban de la pradera, tomados de la mano, recorrían el lugar. Al llegar al punto límite entre la hierba y una grieta creada por la madre naturaleza, ambos pararon. Line con agilidad soltó la mano de Arthur, dejándolo un tanto atónito hasta que, ella realizó una acción que calmó su duda. La pelinegra se acostó boca arriba, mirando con adoración el cielo. Arthur imitó su acción, el cielo era digno objeto de serlo, pues los tonos anaranjados y rosas mezclados con los celestes y azules marinos, formaban el color perfecto. Pequeñas nubes decoraban el panorama. El cielo era perfecto.

— Esa nube parece un gato — soltó la pelinegra, un gesto que a Arthur le pareció tierno.

— Y esa tiene la forma de un ave — señaló el chico, siguiendo la dinámica infantil.

— No parece un ave — dijo con cierta duda, la nuble señalada parecía un elefante desde la perspectiva de Adeline.

— ¿Por qué no? Si desde aquí sí parece...

—¿Qué hiciste? — gritó exasperado Jade, despertándola de golpe, la conmoción la invadió por completo, evitando que reaccione al instante — ¡responde! — exigió, pero no podía articular ni una sola palabra — ¿Qué te hizo? — preguntó, caminando de un lado a otro, no recibió ninguna respuesta de su parte — nada, absolutamente nada — se respondió, parando en seco frente a Line — la mataste sin siquiera tener una razón — sermoneó — ves que estás loca, por eso evito que te acerques a las personas — comentó lo último e inhaló, relajándose — llamaré a alguien para que se encargue de esto, mientras tanto, ve a bañarte — explicó un poco más relajado, la pelinegra siguió sus indicaciones al pie de la letra, no quería hacerlo enojar.

Tomó un baño bastante largo y relajante, recordando lo que sintió al matarla, sin embargo, ahora que estaba pensando con cabeza fría, por primera vez sentía que de verdad estaba loca, tenía miedo de sí misma, había matado a una persona solo por aquellas provocaciones, solo para recrear el sueño que tuvo.

¿Qué era este nuevo sabor? ¿Por qué era tan agradable? ¿Por qué me gustó?

Cada pregunta se repetía, tantas veces que la agobiaba

"Verla dormir me trajo paz", pero porque eso último vino a su mente.

Yo simplemente...ella...ella no estaba dormida, yo...yo la maté, maldita sea.

Lágrimas rodaban por sus mejillas, la desesperación no la dejaba tranquila.

Estaba tan metida en sus pensamientos que no escuchó el llamado furibundo de Jade, solo se percató de ello hasta que empezó a golpear la puerta con molestia, se cambió rápido y salió. Jade, estaba frente a ella, su expresión era sombría, difícil de describir.