A Pesar De Todo #1 [Editado]

Capítulo 36

Adeline Miller

"Juguemos Un poco"

— Tómate la pastilla — dijo Jade, extendiendo una píldora amarilla.

— Tú dijiste que hoy venía el psicólogo, entonces creo que sería mejor que no la tomara, siempre me dan sueño — expliqué con tranquilidad.

— Estas píldoras son diferentes — respondió cortante y sin mirarme, todavía esta enojado por lo de la enfermera y yo aun estoy tratando de asimilar que sucedió.

— ¿Por qué lo dices? ¿Qué son? ¿Qué efectos tiene? — pregunté sin detenerme. Después de lo sucedido desconfío de cualquier pastilla.

— Solo tómatelo — habló evadiendo mis dudas, sin mirarlo metí la pastilla a mi boca e hice el amago de tragarme el medicamento — muy buena chica, espera que venga el psicólogo, cuéntale todo lo que te aflige — se acercó, me dio un beso en la frente y se alejó con tranquilidad como si tuviera el mando de todo.

Cuando lo escuché marcharse quité la cápsula de debajo de mi lengua, la observé unos instantes para después correr a tirarla en el baño, me provoqué vómito también, para que sí algo salía mal, pudiera decir que mi estómago la rechazó. Al hacerlo me sentí un tanto mareada al levantarme, pero con pasos torpes pude llegar a mi cama, me cansé al instante, vomitar sin nada en el estómago no fue buena idea. Me acosté como pude y sin darme cuenta el cansancio me envolvió, haciendo que me quede dormida.

— Señorita Miller — escuché a lo lejos — señorita Miller — repetían — señorita Miller — mis ojos se abrían y cerraban — señorita Miller — volvieron a llamar, esta vez lo oí más cerca — ¿Se encuentra bien? — preguntó, alguien a mi lado, lo veía un tanto borroso — señorita Miller— ahora lo escuché más claro, parpadeé varias veces hasta acostumbrarme, entonces lo vi, un hombre de unos treinta o cuarenta años me observaba preocupado.

— Estoy bien, solo que estaba dormida, algo me sentó mal — respondí tranquila, mientras lo observaba, así que este tipo es mi psicólogo.

— Bien, soy el psicólogo, Sellers — comentó cordial, vi cruzar una línea de miedo en sus ojos.

— ¿Sellers? — pregunté acomodándome mejor en el espaldar de la cama.

— Johan Sellers — se presentó extendiendo su mano, la estreche, mientras lo observaba con detenimiento, parecía confiable, pero no creía en él, estaba con Jade y eso no es bueno.

— ¿Cómo se siente, señorita Miller? — cuestionó como duda inicial, sabía que después de algo tan sencillo, empezaría lo peor, querrá que le cuente todo lo que sucedió, pero yo no sé lo iba a poner todo tan fácil y más cuando yo no era la que necesitaba ayuda.

— Normal, como siempre — respondí con desconfianza.

— Debe ser más clara, si quiere que le ayude — dijo suavemente, para que yo hablara, ¿Cómo iba a decir que estaba asustada? Él no conoce nada de mí.

— Creo que me siento bien, gracias — insistí con frialdad, para mí todo estaba claro, para él supongo que no.

— ¿Cómo puede estar tan bien sabiendo que mató a alguien? — cuestionó con cierta obviedad.

— Quiero recordar que Jade me dijo que olvidara el asunto — contraataque de la misma manera que él lanzó la pregunta anterior.

— Pues en este momento necesito que sea sincera conmigo, que me diga la verdad, que se abra conmigo — explicó con tranquilidad, tratando de calmar la situación.