Capítulo 21

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Adeline Miller

"Solo Necesitaba Tiempo"


—Dime ¿qué está pasando? — interrogó Jade molesto.

—No es nada — respondí cansada, necesito pensar.

—Entraste a la casa y subiste a tu habitación corriendo, ¿eso no es nada? — reprochó, desearía no haber llegado directo a casa.

—Quiero estar sola — comenté para que salga de la habitación, pero insistió.

—¿Te hizo algo? — cuestionó duramente, es claro que empezó a sacar conclusiones precipitadas, pero no quiero hablar hasta aclarar mis pensamientos un poco.

—No, no me hizo nada, solo...déjame estar sola — suplique, su preocupación aumentó, sin embargo, rendido estaba a punto de acceder a mi petición.

—Bien, pero si necesitas algo me avisas — suavizó la expresión, su vestimenta me da ha entender que iba a salir hasta antes de que yo entrara corriendo a casa, pero ahora se iba a quedar. Él siempre ha sido así, siempre esta cuando lo necesitas.

—Si, gracias Jade — con eso salió de mi habitación.

¿Qué está sucediendo? ¿De quién debía tener cuidado? ¿De Jade? ¿Ian?, pero "Ander", a él lo había visto antes en el hospital y no me dijo nada al respecto, además la llamada fue después de que hablamos.

Las llamadas de amenaza o advertencia me estaban asustando, no sabía que hacer, así que simplemente decidí encerrarme después de la última.

* Media hora antes *

—¿Te gusta Ian? — preguntó Ander burlón, entonces desvié la mirada para pensar en una respuesta.

Parece que te descubrieron.

No me gusta.

Sabes que sí.

No, solo me daba curiosidad.

Entonces eres una metida, no te han dicho "no mires paja en ojo ajeno".

Ahora hasta eres "la conciencia sabia".

Con orgullo.

Ni tanto, eso tenías que decirme en el momento, no ahora.

Entonces ¿qué vas a responderle?

Escucha y aprende, conciencia inútil

—No te interesa — respondí mirándolo con firmeza, entonces se acercó a paso lento, su mirada detonaba suspicacia y gritaba un "te conozco más que a mí mismo" que asustaba.

—Deberías intentar al menos disimular ¿o no es lo tuyo? — susurró, dejándome perpleja y sentí que toda la sangre se situó en mi cara, para después sin más irse.

KO

Cállate

Bajé la mirada avergonzada, necesitaba una ruta de escape y como si la hubiera invocado mi celular sonó.

—¿Sí? — contesté la llamada, esperando la voz de Jade o de alguna operadora para ofrecerme cambio y promociones.

—No confíes demasiado en él — advirtió — tengo sospechas de lo que quiere hacer — siguió y toda mi sonrisa se descompuso al instante.

—¿Quién? — pregunté rápidamente para que no cerrara la llamada, el pánico me embriago.

—Tú sola lo descubrirás — finalizó, antes de que caiga en una ola llena de preguntas sin respuesta, Ian habló recordándome que no estaba sola, ni en casa.

—¿Qué sucedió? — cuestionó preocupado, en definitiva, se notó el cambio en mi actitud.

—Nada, so..lo debo ir a casa.. — excusé incómoda, mi cerebro estaba procesando tanto como para actuar que estaba magnifica.

—Vamos, te llevo — dijo, notando mi urgencia e incomodidad.

—Gracias — acepté un tanto relajada por la forma en que se comporta. Solo quiero llegar a mi lugar seguro, solo quiero sentarme en mi habitación cerca del arma que Arthur me recomendó guardar en el armario.

Todo el camino pasé analizando las llamadas, algo agobiada, no sabía que hacer, cuando finalmente, llegamos me despedí y entre a la casa con rapidez, llegando a la situación de ahora.

Entonces el sospechoso es "Ander".

¿Lo crees? Él me da mala espina.

A mí también.

Tenemos que estar lejos de ellos por un tiempo.

¿Para qué?

Soy tu conciencia sabía y creo que, si no pasas con ellos, las llamadas disminuirán.

Intentémoslo.

—¿Line? ¿estás despierta? — preguntó Jade al otro lado de la puerta, golpeando suavemente con sus nudillos.

—Si, ¿qué sucede? — cuestioné, levantándome de la habitación para abrir la puerta.

—Te traje comida — respondió — puedo pasar — continuó mientras yo abría la puerta.

—Si claro, entra — invité, separándome de la entrada para darle espacio.

—Toma, te traje, tu postre favorito y café expreso como te gusta — dijo extendiendo la funda de papel y el vaso que con gusto tomé, además de agradecerle por el gesto — ¿Ya estás mejor? — cuestionó haciendo una mueca torcida, estaba preocupado y un poco incomodo, pensar que algo fuera de sus manos me tiene mal, le pone así. Me gusta que se preocupe, pero a veces lo hace demasiado.

—Si....solo...necesitaba tiempo para comprender algunas cosas — suspiré agotada.

—¿Sobre? — comentó curioso.

—Estoy teniendo problemas con mi periodo — respondí lo primero que se me ocurrió — no quería contártelo porque es un tema incomodo.

—Si algo te tiene mal no dudes en contármelo, eres como mi hermanita y me importas — expresó y me sentí un poco mal de ocultarle la verdad.

—Te quiero — hablé acercándome para abrazarlo.

—Y yo a ti — dijo — pero deberías de ir al doctor para que te revise — aconsejó.

—Lo haré — confirmé y al momento de separarnos dejó un casto beso en mi frente.

—¿Quieres ver una película? — propuso — quizás te ayude un poco a sentirte mejor.

—¡Claro! — acepté contenta, lo tomé del brazo para que se sentara conmigo en la cama, tomé la portátil y la coloqué en mis piernas.

—¿Qué vamos a ver? — cuestionó curioso.

—No lo sé, veamos que nos recomienda san Google.

A Pesar De Todo #1 [Editado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora