Capítulo 23

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Adeline Miller

"Está De Vuelta"

Estaba agotada, pero feliz. Pasar con el grupo me sentó maravilloso, más por las ideas que se les ocurrió la noche anterior y que con gusto cumplimos. Al salir de la fiesta, fuimos a la casa "SUPS", todavía no comprendo porque la llaman así, entonces a Zoé se le ocurrió la gran idea de ir a correr en el césped del vecino porque tenía aspersores, todos terminamos empapados riéndonos, felizmente el dueño del lugar no apareció, después Jay pensó en ir al parque a jugar en los juegos infantiles, Jenn comentó para ir a la playa, a una media hora de casa, de hecho hicimos eso y mucho más, miramos el bello amanecer al pie de la playa, todos eran muy graciosos y tenían buenas anécdotas para contar.

Al día siguiente, llegamos a dormir en SUPS para horas más tarde, desyu-almorzar, pasar con ellos me hizo darme cuenta de que las teorías de conspiración contra Ander eran irreales y que, aunque llegaran a ser ciertas, no deseaba alejarme de ellos.

Cerca de las seis de la tarde, Ian me llevó a casa, estacionando justo en su residencia y bajándose para acompañarme a mi hogar. Al entrar pensé que Jade no estaba, pero cuando subí las escaleras lo encontré, tirado en el suelo, sentado fumando.

— Jade — llamé tratando de captar su atención, pero estaba fuera de sí, su vista estaba fija en la pared.

— Jade, ¿Qué sucede? — pregunté, acercándome con rapidez, esta vez volvió en sí, pero estaba muy borracho.

— No sucede nada — respondió intentando levantarse, pero falló.

— Te ayudo — ofrecí y él se negó.

— Estoy bien, ahora no necesito tu ayuda — comentó con firmeza, obligando a su cuerpo a obedecer consiguió ponerse de pie.

— ¿Por qué? — dije dudosa, no entendía su forma de comportarse, estaba enfadado.

— Porque ayer te necesitaba, no ahora — habló frustrado — ayer, quería hablar, ayer, quería que estuvieras, ayer, busqué a mi mejor amiga, ayer, llamé a mi mejor amiga — susurró lastimero.

— Mi celular se apagó, lo lamento — me disculpé, pero el seguía con su expresión dolida.

— Da igual, déjame solo — comentó frívolo.

— Pero, quiero ayudarte, vamos, dime ¿Qué sucede? — animé, ganándome una mirada de fastidio de su parte.

— No quiero........todo está mal desde.... que Arthur murió. desde que Clara se fue...... quiero estar tranquilo, pero no puedo — lanzó ideas al azar, como si hablara consigo mismo, su mente estaba divagando.

— Yo puedo ayudarte, solo déjame saber que te atormenta — propuse intentando acercarme nuevamente.

— No, no quiero tu pena, puedes guardártela, tú no sabes nada, Julia, ella era mi todo, después de que Clara muriera — gritó exasperado.

— ¿Julia?, ella te hizo mucho daño, ya no está, tranquilo — susurré, mientras me aproximaba a paso lento junto a él.

— Ella....ella volvió, ella está aquí....la vi en la fiesta — murmuró cabizbajo y lo abracé — tú no sabes, lo que duele — alzó la voz y se apartó — Arthur y tú, nunca fueron nada porque solo estaban quemando tiempo, mientras él encontraba a su verdadero amor y ese tipo de cursilerías, de las que ambos hablaban — atacó y vaya que dolió, hablar de Arthur dolía — ambos aceptaron estar juntos mientras lo esperaban, pero nunca pasó, ni si quiera pudieron estar juntos, tú no sabes lo que siento con respecto a Julia — finalizó encerrándose en su habitación, me tragué cada frase que picaba en mi garganta con ganas de salir para lastimar y arrasar con todo aquel que pa-se por mi camino, pero no iba a lastimarlo, decidida a guardarlo todo, salí de casa, subí a mi moto y conduje sin rumbo, las lágrimas caían, pues el solo hecho de pensarlo me lastima, me hundía en el abismo del cual no podría salir y en el cuál no quiero caer.

A Pesar De Todo #1 [Editado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora