Capítulo 13

993 72 17
                                    

POV Wanda:

—Bueno, creo que ya es hora de que duerma un poco. Lo siento mucho y Wanda... Gracias otra vez. —Es como la doceava vez que América me agradece.

—Lo principal es que todos estamos bien. Ya te he dicho que no es necesario que me agradezcas. —Asiente.

—¡Prometo intentar no cagarla más! —Dice con decisión y dramáticamente, pone una mano en su pecho.

—¡Y yo prometo estar con ella para evitar que la siga cagando! Aunque yo no soy el más indicado para impedir algo así... ¿Creo? —Frunce el ceño y da un pequeño grito cuando la chica lo lleva a rastras agarrando su oreja. Sonrío.

Cuando salen de la habitación se crea un silencio espeso. Frunzo el ceño centrando mi mirada en Strange. Parece pensativo. Demasiado. Abre la boca, pero se arrepiente al instante y la vuelve a cerrar. Muerdo el interior de mi labio. Justo cuando le voy a preguntar, me habla.

—¿Qué le hiciste está mañana a América para que ambas estuvierais tan serenas? —Alzo las cejas.

—Entre en su cabeza para ver si Chthon seguía por allí.

—¿Y...? —Pregunta cuando no respondo de inmediato.

—No hay ni rastro de él. Al parecer.

—Genial.

Vuelve a estar perdido en sus pensamientos. Parece estar en un debate constante. Muerdo mi labio inferior por qué no se qué está pasando. Estoy nerviosa y ni quiera se por que. Así que, me levanto de la cama, y empiezo a colocar ropa de mi maleta por cualquier sitio que quepan. Él, en todo momento me sigue con la mirada.

—Te queda muy bien ese conjuntito. —Habla de pronto. Mierda, sabía que no iba a salir nada bueno de ponerme como un pastel de fresa. Hablando de fresas... Decido hundir una en el chocolate y metermela en la boca. Los nervios me han dado hambre. Y estos niños no se lo han llevado.

—¿Ah sí? Perfecto, gracias. Entonces ¿Me vas a contar que te pasa...?

—¿Siempre llevas ropa de dormir así? —Me interrumpe ignorandome una vez más. —Por que ahora tengo la suerte de verte diariamente.

Rodando mis ojos cambio mi peso de un pie a otro.

—Ha sido cortesía de Dominga. —Cruzo mis brazos y él asiente con arrogancia. — Strange, si sigues sin hacerme el más mínimo caso, te juro que me voy de aquí. Te quedas solo y ya te diré yo quien te cuida. —Esta en trance.

Me encojo de hombros y dispuesta a irme, no me da tiempo a dar dos pasos cuando ya me ha agarrado la muñeca.

—No te vayas... —Me súplica.

—Stephen, no te levantes tan rápido, recuerda lo que pasó.

—Me encuentro perfectamente bien, Wanda. —Se me acerca y rodea sus manos en mi cintura.

Ya estoy acostumbrada y normalmente, no me causa nada. Pero su acercamiento, ahora mismo se siente diferente. Más íntimo.

—¿Qué haces? —Sueno firme por fuera, pero no lo soy tanto por dentro.

—Nada. —Se acerca aún más. Trago saliva.

Está tan cerca que su aliento golpea mi cara. Huele al chocolate y las fresas de hace un rato. Además hay otro olor que a esta distancia no logro diferenciar.

—Estephen te lo advierto...

—Que bien suena mi nombre en tu boca. —Dios mío. Su voz se ha vuelto más grave.

Me agarro por insisto a sus brazos. Las yemas de mis dedos rozan sus fuertes antebrazos, y sin siquiera darme cuenta, los aprieto.

Empieza a caminar obligándome a retroceder. Seguimos así, sin hablar, tan solo mirándonos hasta que mi espalda toca la pared. Mi cuerpo se impacta por notar la diferencia de temperatura que emana el cuerpo de Strange, a la pared. Sus ojos, se han oscurecido un poco. No demasiado, aún puedo ver ese azul claro que tanto me gusta.

Entre Tu Mundo Y El MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora