Capítulo 19

573 46 17
                                    

POV Strange:

—Stephen, Stephen por el amor de Dios, despierta de una vez. —Una voz lejana consigue que con dificultad abra mis ojos.

Pero me desperezó por completo cuando observo esos preciosos ojos verdes abiertos y mirándome divertidos. Wanda está consciente. Y como siempre, antes que yo. Me levanto de golpe de la cama y ella me sigue con la mirada sonriendo.

—¿Estás bien?

—¿Y tú? —Devuelvo, acercándome a ella. —Me importa cómo estás tú... —Me sonríe en respuesta y me da un beso en la mejilla.

—Estoy bien...

Pero mi mundo se derrumba de nuevo cuando me doy cuenta que todo ha sido un sueño. Giro mi rostro para encontrarla, como ya se le ha echo costumbre, dormida. Un suspiro de decepción sale de mis fosas nasales, después de vestirme y revisar el latido de su corazón y sus heridas por los pinchazos, cuando consigo cerciorarme que se encuentra estable, salgo de la habitación.

Me dirigo a la cocina y siento su ausencia preparando el desayuno. A mi lado comiendo charlando de cualquier cosa superflua. Salgo al patio, y tampoco está su presencia charlando y ayudando a todos los chicos. Mi interior está vacío, Wong me habla pero lo oigo de lejos. Mi mente no funciona con claridad. No sé cuánto tiempo más aguantaré esto.

Jacob aparece y eso es el aviso de que ya tenemos que irnos. Le digo que espere un segundo y subo arriba a por mí anillo y por mi capa. Dominga me intercepta en medio del pasillo.

—¿No te vas a despedir de ella?

—No soporto seguir viéndola así. —Le respondo con sinceridad. Pues estoy harto de fingir que no siento nada. Ladea la cabeza. —¿Por qué la has dejado sola?

—America y Dominic le están cantando una nana. Según ellos escucha todo así que... —Sonrie y se pone seria al momento. —Si no lo haces te vas a arrepentir y no pararás de pensar en ella en todo el trayecto. Te martirizaras Stephen. —Me rindo ante ella por qué tiene toda la razón.

Abro con cuidado la puerta. Al parecer, América y Dominic ya se han ido porque está solo ella. Me acerco a pasos pequeños a la cama y me siento con duda a su lado. Agarro su mano con cuidado.

—Wanda... —Digo simplemente.

Pues sé que las palabras no podrán expresar lo que siento ahora. Sorbo por la nariz porque unas lágrimas traicioneras rondan mis ojos. Me quedo ahí, solo y en silencio. Pero podría jurar que en un momento, noto como sus dedos, débilmente, aprietan los míos. Me exaltó de inmediato.

—Wanda, ¿Has hecho eso tú? Si es así, hazlo de nuevo por favor.

Espero pacientemente y con una pizca de esperanza. Pero se difumina cuando no siento ningún contacto. Seguro que todo ha sido mi imaginación deseosa de que despierte. Le doy un beso en la frente.

—Hoy viviré una aventura sin ti brujita.

Dejándola atrás, a ella, a Kamar-Taj y a mis recuerdos, nos encaminamos en una dirección... Qué no tengo la menor idea de cuál es.

—Explicame algo. —Jacob me confía su atención. —¿No se ha dado cuenta de nada de lo que tú pretendes?

—No estoy seguro... —Responde unos segundos después. —Es demasiado inteligente. Además, tiene espías por todas partes. Así que seguramente, sí sabe que he hablado contigo.

—¡Genial! Entonces tendremos una buena bienvenida. —Suelto irónico.

—Pero no me ha confrontado. Eso es lo que me extraña Stephen.

Entre Tu Mundo Y El MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora