capítulo 15

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POV Strange:

Me quedo de piedra al ver la confianzita que se tienen. ¿Qué quiere decir eso? Él, la da un beso en la mejilla con toda la libertad del mundo y ella lo acepta y le abraza. Alzó una ceja inconscientemente.

—¿Y ese quién es? —Pregunta Clint con evidente desagrado.

—No tengo la menor idea... Pero esta muy bueno... —Mi mirada molesta se dirige a Dominga. —¿Te van a robar a la novia a los dos días de casarte? Eso ya es mala suerte. —Resoplo y ella suelta una carcajada. —Tranquilo yernito, a Wanda le gustan los oji-azules, no tiene nada que hacer.

Siguen charlando amistosamente. Estoy aquí parado como una estatua esperando que nos diga quién es o algo... Parece reaccionar y nos pide acercarnos. Por qué si, me había alejado sin siquiera darme cuenta.

—Steven, él es Clint. —Presenta primero, ambos asienten en saludo. —Ella es Dominga. —Le alarga la mano que él acepta tímido.

—Chico, eres muy guapo. ¿No te interesan las mayorcitas? —Inmediatamente empieza a balbucear y ponerse nervioso. Vuelvo a alzar una ceja. ¿Tiene quince años o qué? —Es broma... Solo si quieres, claro. —Le guiña un ojo.

—¡Dominga! —La acalla una apenada Wanda. ¡Vaya!

Junta sus cejas al ver mi cara de notable desagrado. Ladea su cabeza y me invita a acercarme con un gesto de su mano.

—Y él es Stephen...

—Su marido. —La interrumpo, y engancho la mano del hombre emergiendo más fuerza de la necesaria. Él se queja y sonrió de medio lado. Su semblante cambia cuando dice un, —Steven, déjame hablar a mi.— pestañeo, confundido.

—¿Estas casada? —La pelirroja hace una mueca.

—Sí... Eso parece.

—¡Vaya, felicidades! —Ya claro... —¿Hace mucho que lo estáis?

—Nos acabamos de casar, prácticamente. —Murmura al final.

—Seguimos de luna de miel, se podría decir. —Un golpe disimulado es lo que recibo en el brazo. Se está empezando a molestar conmigo. ¡Ahora es ella la que se molesta! Increíble.

Una sonrisa incómoda es lo que muestra el tal Steven.

—¿Qué tal con Layla? —Niega.

—Estabamos separados, lo seguimos estando y así debemos permanecer. Se merece a alguien que tenga todo en una sola persona, ya me entiendes.

—Lo siento Marc. —¿Pero no sé llamaba Steven...?

Entonces, es ese momento en el que me percato de que es el chico del que Wanda me habló. Es quien la había salvado en Egipto. Consecuentemente, quien tiene tres personalidades.

—¿Qué se siente convivir tantas personas juntas?

—¡Stephen! —Me advierte Wanda. Y sé, por el tono que me ha soltado, que lo próximo ya no será solo advertencia verbal. Trago saliva. —Disculpale, lo que pasa es que es médico, y este caso... Le llama la atención. —Responde al final apretando sus dientes.

—Tranquila, ya sabes que entiendo que a la gente le llame la atención. —Dirige su atención a mi ahora, alzó las cejas. —He aprendido a convivir con todos. Nos llevamos bien, Stephen. —Asiento. Su mirada es densa y algo fría, pero no bajo la mía. Ni él ni nadie me va a intimidar. Mi esposa carraspea.

—¿Qué te trae a esta parte del mundo?

—He venido a buscarte a ti Wanda. —Abro la boca ofendido, pero Clint agarra mi brazo obligándome a silenciarme. —Tengo algo muy urgente que decirte.

Entre Tu Mundo Y El MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora