Capitulo 29

491 34 27
                                    

Pov Wanda:

Hay un silencio en la sala tan grande como incómodo. Hemos vuelto a entrar en la casa de Agatha. Aprieto con fuerza mi mandíbula, pero abro la boca cuando noto que Stephen se suelta de mi mano y se levanta. Strange estaba a mi lado en el mismo sofá, Visión en otro pequeño sofá frente a nosotros y Agatha de pie tras de mí. Le intercepto la muñeca con fuerza cuando me rodea.

-¿Dónde vas?

-Necesitáis hablar, debéis aclarar cosas de las que yo no formo parte.

-Pero... -Murmuro. Al notar mi mirada desesperada se acerca y me da un beso en la frente para después sonreír.

-¿Qué sois vosotros dos, eh? -Le observo con el ceño fruncido. Es la única vez en la que esté Visión ha utilizado un tono de voz distinto.

-Es mi mujer. -Espeta Stephen entre dientes con cierta posesividad.

-Esto se pone bueno, ¿puedo quedarme yo? - Pronuncia Agatha intentado mostrar inocencia. Ladeo la cabeza en su dirección, niega chasqueando la lengua y sale tras mi esposo.

Volvemos a quedarnos en silencio. Remuevo la pierna derecha que tengo sobre la izquierda. ¿Por qué no dice nada ahora? Sólo me observa. Relamo mis labios y suspiro con insistencia. Tengo la boca seca. Entonces, decide hablar primero.

-¿Así qué estás casada, otra vez?

-¿Puedes ir al grano? ¿Qué necesitas? -Desvío la pregunta. Eso no debería interesarle. Me ha buscado él, que suelte lo que quiere de una vez por todas.

-¿Por qué eres tan poderosa? -Frunzo el ceño relajando mi postura. La pregunta me pilla desprevenida.

-¿Perdón?

-Lograron despertarme por completo gracias a ti. Cuando devolviste el avioncito, extrajeron tu poder, para inyectarlo en mí de una forma que no conozco. -Vaya, así que para eso quería ese hombre repugnante que saliera de mi burbuja, no voy ni a recordar su nombre, no lo merece.

-Suelta de una vez que me quieres decir concretamente.

-Eres mi creadora Wanda, por ti puedo estar vivo. -Una risa seca y sarcástica sale de mis labios.

Me levanto como un resorte y me remuevo por la sala incómoda. Voy a terminar volviéndome loca. Mi vida es un chiste constante. ¿Así que ahora yo creo y despierto a todos los seres del inframundo? Estoy jodida en término máximo.

-Sigo sin entender tu propósito de aparecer ante mí. ¿¡Quieres un chupete o prefieres un biberón!? ¿O sólo me darás las gracias? ¿¡Qué demonios quieres!? - Exploto. Llevo días que no me soporto ni a mí misma, pero no sé como Stephen tenía siempre todo bajo control y me calmaba en cualquier situación. Mi estrés se ha convertido en ironía. Estoy exhausta, agotada, con las hormonas revolucionadas por el embarazo y hasta poseída, pero claro, necesitaba un plus más ¿verdad?

-¿Por qué estás tan molesta conmigo? Antes no me tratabas así... -Murmura, me giro, atónita.

-¿Te refieres a cuándo intentaste matarme aquí hace tiempo? Por que no recuerdo conocerte antes. -Un aire de coraje empieza a emerger de mi garganta en forma de palabras.

-En los recuerdos que tengo de mi yo anterior... -Le freno al instante por que para mí, está conversación ya ha terminado.

-Cállate. Ni siquiera intentes compararte con el increíble hombre que tuve la suerte de conocer. Tú no eres ni su sombra. El hecho de que tengas sus recuerdos no te convierte en él. No voy a permitir que manches su conciencia de esta manera tan indignante. A pesar de que no necesitaba tener contacto con humanos, ni mucho menos ayudarles, lo hizo. Se preocupaba por ellos, tenía humanidad y empatía. Así que no te atrevas a nombrarle, podrás tener su apariencia, pero nunca su alma. -Escupo con ira.

Entre Tu Mundo Y El MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora