Capítulo 14

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POV Wanda:

Freno de golpe cuando al levantarme de la cama noto el leve pinchazo en la parte baja de mi cuerpo. Así que todo lo que pasó anoche fue real... Sus besos, sus palabras, su cuerpo... Le observo. Está dormido. ¡Cómo para no estarlo! Tenía tanta energía que apenas dormimos. Tuve que frenarle por que si fuera por él, no pararíamos en todo el día. Su pecho sube y baja sin prisas. Decido dejarle un rato más y me meto en la ducha. Paso un buen rato ahí, dentro, relajándome. El agua tibia me termina de despertar por completo. Incluso diría, que hace que mi humor mejoré más. Salgo y decido ponerme algo cómodo. Mientras me seco el pelo con la toalla, Strange comienza a despertar. Rebusca a ciegas por mi lado de la cama, y aún con los ojos cerrados, refunfuña y frunce el ceño. Suelto una risita.

—Buenos días bello durmiente. Creí que debía darte un beso para despertarte.

—No estaría mal. —Se incorpora en la cama. —¿Qué hora es para que ya estés preparada? Buenos días. —Responde con una sonrisa.

—Tarde. —Camino unos pasos y me siento en el borde de la cama. — ¿No te duele nada? Ayer tuviste mucho ajetreo. —Digo con ironía. Agarra mi muñeca y me acerca a él.

—Estoy perfectamente bien Wanda, ya te lo dije. La mejor medicina es despertarme a tu lado. Aunque no estabas. — Esconde un mechón de mi cabello tras mi oreja. — Ahora... —Se levanta y me aprisiona entre su cuerpo y la cama acercándose a mi. —Dejame saludarte como se debe.

Cuando me acuesta, estampa sus labios sobre los míos. Es un beso que él se encarga de intensificar. Enrollo mis brazos tras su nuca.

—¿No tuviste suficiente anoche? —Logro decir cuando deja mis labios para empezar a devorar mi cuello.

—¿Sabes el tiempo que llevo reservándome? Estaba envuelto en una caja de regalo solo para ti y te estás quejando. —Dejo caer una carcajada.

— ¿Cuánto? Quiero saber si lo llevas por cuenta. ¿Se supone que el regalo eres tú...?

—Quiza... — impaciente, vuelve a mi boca. Mi cuerpo se activa con facilidad al notar el contacto con el suyo. Desliza sus manos en el interior de mi camiseta. Le doy un manotazo y me ve ofendido.

—Para y métete en la ducha de una vez. —Como puedo me escabullo por debajo de su brazo y logro escapar. Pasa la lengua por sus dientes y me regala una mirada felina.

—Creo que necesitaré ayuda.

—Contrata a una enfermera entonces, yo ya me he bañado.

De un movimiento rápido, agarra mi muñeca y me apega a él sin esfuerzo.

—Deja de huir. ¿Sabes que tu cuerpo habla por ti?

—Mi cuerpo y mi mente no están conectados. —Rodea mi cintura. Mis brazos se apoyan en sus hombros.

—Que bien hueles. —Apunta cuando se acerca aún más.

—Pues tu no. Métete en la ducha de una vez. —Muerde mi labio inferior arrastrándolo.

Se escuchan pasos en el pasillo. Eso consigue que se separe de mi. Hace una mueca de frustración, y se dirige al baño.

—Tú ganas.

Sonrío y calmo mi respiración con cada paso que Stephen está más lejos de mí. Llaman a la puerta. Cosa que capta mi completa atención.

—Buenos días hmm... ¿Puedo pasar?

—Claro, pasa.

Entra, nerviosa con su cabeza gacha y mordiendo su labio inferior. Remueve sus manos, una sobre otra.

Entre Tu Mundo Y El MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora