Capítulo 8

939 75 37
                                    

Pongan la canción cuando vean (...) Para una mejor experiencia ;)

Parte 1

POV Wanda:

Me aferro con fuerza a la mano de Strange. Él me da un apretón con gentileza para calmar mis nervios. No se por que tenemos a esta gente todo el tiempo pegados como si fueran una babosa. Dominga, que parece que nota mis cambios de humor, se posa a mi izquierda.

-No se cuál es el problema. Pero prometo no alejarme de vosotros en toda la cena. -Asiento.

Me siento más segura con ambos rodeándome. Realmente, no actuaría así en otra ocasión, pero no quiero que Stephen tenga problemas por querer ayudarme. Está pusiendo en juego no solo su lugar de próximo hechicero supremo, si no, el usar magia. No quiero que pierda esta vida, le gusta, está en su sitio. Se merece estar aquí.

Entramos a un salón que estoy segura, antes no era así. Está decorado con confetis, globos, y cualquier tipo de decoración de cumpleaños. Sonrío al ver la cara de disgusto de Strange. Estoy segura que esto precisamente, no es idea suya.

-Ha sido América quien a querido adornar todo así. Ni que tuvieras diez años, Dios mío. -Comenta con desagrado. Lo cual, me causa aún más gracia.

Una mesa realmente larga, se posa frente a nosotros. No se por que nadie me quiere decir el nombre de esta gente, no tengo la menor idea de cómo dirigirme a ellos. Strange me aparta la silla para que tome asiento. Le agradezco con un movimiento de cabeza, mientras toma asiento a mi lado. La mirada de todos está llena de incertidumbre. Una mujer rubia, de orbes claros, me entrecierra sus ojos. Frunzo el ceño en respuesta.

-¿Por qué no me quieres decir el nombre de estas personas? -Me dirijo solo a Strange.

-Por qué no son relevantes. Solo les gusta sentirse superior a cualquiera. -Bebe vino mientras alzó las cejas. Prefiero no tomar nada de alcohol.

-America, bonita, ¿Que opinas de que Wanda este aquí y se vaya a casar con tu salvador? -Dice con todo el sarcasmo que tiene dentro. La última palabra la suelta cuál serpiente con el veneno más letal.

La pobre muchacha se atraganta con el zumo que estaba bebiendo. Nos da una mirada rápida a Strange y a mí. Le asiento en respuesta. No quiero que se sienta obligada a decir nada que no quiera, no tienen derecho a utilizarla así.

-Es su vida, no la mía. No tiene que pedirme permiso para casarse con quien le dé la gana. -Contesta de mala manera. Oculto una sonrisa cuando veo que la mujer se ha quedado atónita.

-Pero... Intentó matarte... ¿No te importa? -Un golpe en la mesa hace que la mujer se sobresalte. Y realmente, yo también.

Strange está enfadado. Sus fosas nasales se han abierto echando humo prácticamente, y su mandíbula está tensa. América tampoco parece muy contenta con esta conversación, pero es Wong quién se adelanta a hablar.

-Me da igual quien seas, pero si sigues así, te voy ha echar de Kamar-Taj.

-Perdón. -Murmura entre dientes con desagrado, para después, beber vino.

Dominga es ahora quien me observa confusa. Será mejor que le cuente todo yo, antes que lo haga otra persona.

La cena empieza a transcurrir en silencio. Nadie se atreve a abrir la boca después del incidente de hace un rato.

Stephen sigue tenso. No ha probado bocado de nada de lo que nos han traído, y no para de mover la pierna. Empiezo a creer que se está haciendo daño en los dientes de tanto apretarlos. Paso mis dedos por su mandíbula intentando que se relaje.

-No te pongas así por lo que digan. Yo sé por lo que debo sentirme mal. Pero te prometo que no será por sus comentarios. -Eso parece calmarle un poco.

Entre Tu Mundo Y El MíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora