Capitulo 6

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Kotoha se despertó desorientada al sentir un peso sobre su cuerpo y como su miembro era levemente acariciado, confundida y un poco abrumada por el fuerte aroma a frambuesas abrió los ojos, solo para encontrarse con la imagen de Douma jadeando, sentado sobre ella, con las mejillas rojas a causa del calor y los ojos llorosos, restregandose con fuerza sobre su miembro aún por encima de la ropa.

Confundida, tomo al omega de las caderas para cambiar de posiciones dejandolo debajo suyo, para después colocarse entre sus piernas sin ninguna objeción por parte del menor, ya que este muy gustoso abrió sus piernas para rodearla de la cintura, a la vez que la rodeaba con ambos brazos, tratando de acercarse más a ella.

Llevo una de sus manos hacia la parte baja del yukata, mientras que con la otra lo sostenía de la cadera con fuerza, ya que el omega no dejaba de querer restregarse contra su miembro, notando que la prenda estaba empapada en lubricante y que además había manchado sus pantalones en la parte que anteriormente se había estado restregando, solo para confirmar lo que ya sabía, el rubio había entrado en celo.

Haciendo un gran sobreesfuerzo por no abalanzarse sobre el menor, abrió su yukata con cuidado, notando como el aroma a frambuesas aumentaba, provocando que la erección entre sus pantalones palpitara con fuerza.

Tenía que prepararlo en lo que Kanae llegaba, la azabache había sido citada con Oyakata-sama esa misma mañana, no tardaría en llegar. Detuvo el hilo de sus pensamientos abruptamente al recordar a la alfa menor, con una gran fuerza de voluntad y algo de delicadeza, apartó los brazos del menor de su cuello.

Alfa... — gimió el rubio, rehusandose a soltarla, haciendo que forcejearan por unos segundos.

No. Quedate aquí — ordenó con su voz de mando, mientras se dirigía de forma apresurada fuera de la habitación, escuchando como el menor lloriqueaba por sentirse regañado.

Abrió de forma brusca la puerta de la habitación de su hijo despertandolo en el proceso.

— Inosuke, cachorro, ya es hora — avisó a la vez que le pasaba una pañalera con las cosas de Kanaki, que ya habían preparado anteriormente, el menor no hizo ninguna pregunta, sabía a lo que se refería al ver la gran casa de campaña entre sus pantalones.

Se levantó de la cama con pereza, mientras se tallaba el ojo con sueño, para luego dirigirse a la habitación de la bebe, causando que la mayor se desesperara al verlo moverse con tanta lentitud, tenía que irse ante de que Kanae llegará, pues temía que la azabache se fuera en contra suya al tomarlo como amenaza ya que este aún no estaba emparejado y mucho menos olía a cachorro.

Despidió al menor quién cargaba a Kanaki aún dormida — Gracias cachorro, juro que te compensaré por esto — dijo, mientras lo abrazaba, ignorando la cara de hastío que Inosuke ponía, sintiendo un gran alivio cuando finalmente lo vio cruzar la puerta.

Volvió al dormitorio principal casi corriendo, solo para ser recibida por la vista de Douma a cuatro patas, quién ya se había quitado el yukata y recién estaba retirando uno de sus dedos de su interior al escucharla entrar por la puerta, el menor volteó enseguida mirándola encantado con una sonrisa, casi podía verlo mover la cola como un perro feliz, excitada y acalorada por la situación se desnudo la parte superior de su cuerpo, dejando sus pechos expuestos y quedando solo con sus pantalones.

Alfa..— la llamó de nuevo, mientras elevaba más el trasero tratando de llamar su atención, la ojiesmeralda salió de su trance al ser llamada por el menor, así que sin hacerlo esperar más tiempo, se acercó al rubio por detrás, mientras pegaba sus pechos a su espalda para comenzar a repartir pequeños besos por sus hombros e ir descendiendo por su espalda hasta llegar a sus glúteos.

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