Omega Prime

Capitulo 21

Entró molesto a su habitación cerrando la puerta de un portazo, para posteriormente comenzar a limpiar el desorden que había dejado esa mañana al salir en compañía de Shinobu.

Frunció el ceño en desagrado cuando escuchó la puerta ser tocada del otro lado, por el aroma sabía que se trataba de Giyu, por lo que se hizo el loco siguiendo con lo suyo y sin darle el paso para que entrara.

Aún así el mayor entró a su habitación sin permiso, lo que lo hizo soltar un suspiro, debió suponer que lo haría.

— Mitsuri viene de vuelta, resulta que su misión ha sido una falsa alarma por lo que mando un cuervo preguntando si quieres salir a almorzar con ella hoy en la tarde para presentarte a sus padres — comentó el azabache, con el sobre entre sus manos y el cuervo en su hombro.

— No, ya lidie suficiente mierda por hoy, primero con Muichiro, luego con ese gran idiota de Tengen — respondió molesto, mientras doblaba unas sabanas sin siquiera voltear a verlo.

— Pues mala suerte para ti que apenas sean las once de la mañana, aún te queda más mierda por lidiar— contestó igual de molesto por la actitud y lenguaje del pelirrojo.

— No empieces — gruño el menor, a la vez que abría las ventanas de la habitación para que entrara más luz.

— Como sea — dijo mientras hacía un gesto para restandole importancia a la actitud del omega — Por cierto ¿Qué piensas acerca de Mitsuri? — preguntó curioso, mirándolo con interés.

— Mmm, no lo sé...es buena chica, solo que es algo pendeja, se deja llevar por sus instintos muy fácilmente y le importa mucho el que dirán — contestó desinteresado, mientras ponía un ramo de margaritas que Obanai le había dado en la ventana para que le diera el sol.

— ¡Tanjiro! — le reprendió el mayor asombrado, volteando a ver rápidamente hacía ambos lados del pasillo en caso de que alguien más los hubiera escuchado, cuando confirmó que no era así, entró por completo a la habitación, cerrando la puerta tras de él.

— ¿Y ahora qué? — cuestionó molesto, dignándose a mirarlo por fin.

— No puedes hablar así de ella, ni mucho menos usar un lenguaje tan vulgar — le reprochó — Shinobu está a unas habitaciones de distancia, si ella te hubiera escuchado ten por seguro que ya hubieras sido reprendido, no planeo castigarte ya que tengo cosas más importantes que hacer, pero deberías tener más cuidado — le advirtió en un tono severo.

— Relájate, tampoco es para tanto, me pediste mi opinión y ahí esta — le recordó enfadado, mientras cruzaba los brazos, lo que ocasionó la indignación del alfa.

— Irás con ella — ordenó, llamando la atención del pelirrojo, quien rápidamente salió de sus pensamientos.

— ¿Disculpa? — preguntó, luciendo ofendido.

— Si, iras con Mitsuri — reafirmó en un tono serio.

— ¿O si no que? — cuestionó en un tono retador, harto de todo ese circo que estaban montando.

— Les diré a todos lo que has dicho de ella — amenazó, soltando un gruñido por lo bajo cuando escuchó al omega soltar un resoplido burlón — Y provocare tanto su rabia que incluso estarán dispuestos a castrarte — agregó, colocando una de sus manos sobre su miembro para hacer más énfasis.

Le ofreció una mirada arrogante al percibir las fuertes feromonas de enojo y miedo en el ambiente.

La castración en omegas varones era normal, después de todo no se consideraba que esa parte de su anatomía tuviera otra función además de orinar y muchos médicos de la época decían que ayudaba a disminuir la agresión y temperamento de los omegas.