— Le recomiendo que guarde reposo, quizás no pueda salir de misiones por un buen tiempo — indicó el pelirrojo en un tono amable, mientras ajustaba el vendaje en la muñeca de uno de los cazadores que estaba atendiendo.
— Muchas gracias por sus cuidados — agradeció el alfa avergonzado y las mejillas sonrojadas, sin apartar su mano del antebrazo del omega— ¿No le gustaría compartir el almuerzo conmigo como agradecimiento por sus atenciones? — preguntó nervioso, viendo con atención las bonitas facciones del contrario.
— Oh, no es necesario, solo hago mi trabajo, pero agradezco mucho el gesto — respondió Tanjiro con una sonrisa radiante al no captar las intenciones del mayor.
— No, de verdad, insisto — contestó el alfa, sujetando con más fuerza la mano del contrario antes de oler en el ambiente las fuertes feromonas a enojo de un alfa prime.
— Iguro-san — saludó el ojirojo sorprendido por la llegada del azabache para posteriormente sonreírle dulcemente — Aún es muy temprano, ¿Qué hace por aquí? ¿Ya es hora de irnos? — cuestionó, ignorando olímpicamente las feromonas en el ambiente gracias a que tenía la nariz tapada desde hacía días.
— He decidido dar por terminado el entrenamiento con los demás cazadores, podríamos regresar a casa para cocinar juntos el almuerzo — contestó, mirando con recelo como el otro alfa seguía sosteniendo la mano del pelirrojo, por lo que molesto soltó más de sus feromonas intentando bañar al contrario con ellas, haciendo que por fin lo soltara.
— Me parece buena idea ¿Qué vamos a comer hoy? — preguntó amablemente, acercándose al azabache para abrazarlo de imprevisto poniéndolo nervioso.
— Lo que tu quieras está bien — contestó sonrojado, correspondiéndole el abrazo con un poco de duda, aún no se sentía digno de las atenciones del menor.
— Desde que llegaste hemos estado comiendo siempre lo que yo quiero — le reprochó, apartando su rostro del pecho del alfa.
— Porque estás en cinta — respondió con obviedad, a la vez que llevaba una de sus manos a la espalda baja del pelirrojo para guiarlo fuera de la finca — Quiero que estés cómodo estos meses, pero si de verdad quieres que yo escoja por esta vez esta bien — agregó al no verle muy convencido con su respuesta, sonrió para sus adentros al notar que el ojirojo estaba tan distraído que ni siquiera se había acordado de despedirse del alfa que estaba atendiendo antes de que el llegará.
Tanjiro había aprendido un poco de medicina básica con ayuda de Shinobu y Aoi para entretenerse durante estos meses, venía de vez en cuando y se quedaba unas pocas horas ayudando en lo que pudiera, no muchos habían estado de acuerdo al principio pero al ver lo feliz que estaba y que así las discusiones habían disminuido en gran medida, terminaron aceptando.
Se adentraron al bosque en dirección a la mansión, manteniendo una amena conversación entre ambos.
— Por cierto, Suma ha enviado una carta preguntando si podía pasarse con Hinatsuru y Makio mañana después del almuerzo — avisó el mayor, sobando con cariño el vientre de ya tres meses del omega que a pesar de que eran tres cachorros apenas se notaba una pequeña curva en su vientre.
— Realmente me gustaría — asintió animado, las chicas habían resultado ser un verdadero encanto, incluso había entablado amistad con ellas, se sentía avergonzado de su lobo interno por haberles gruñido en su primer encuentro, pero claro, Tengen no tenía por que enterarse de su amistad con ellas.
Al llegar a la finca se dispusieron a preparar el almuerzo con un amigable ambiente entre ambos.
[...]
Tomó los papeles entre sus manos con calma a pesar de que las gráficas que mostraban las bajas de sus cazadores no marcaban buenos resultados, para después soltar un suspiro derrotada.
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Omega Prime
FanfictionEn donde Tanjiro es el destinado de los pilares, muriendo a sus 19 años después de haber tenido un matrimonio fallido, despierta cuatro años en pasado y se propone que en esta nueva oportunidad que se le está dando cumplirá con todas sus metas. - No...