Dónde Jungkook es un CEO multimillonario y reconocido por su ética y profesionalismo, este estando decidido en contratar a un asistente y Tae un joven universitario que necesita pagar sus estudios.
-Buenas tardes, mi nombre es Kim Taehyung, pondré t...
Si Taehyung tuviera que describir sus emociones en este preciso momento, diría que posiblemente se fueron de viaje, o quizá si las sentía, pero no sabría explicarse el como se sentía.
Taehyung aún estaba en shock, al ver salir a su jefe a todo prisa fuera del bar, él no pudo más que quedarse pasmado ahí, y si... él sabía que debía salir para encontrarlo y preguntarle por qué carajos hizo eso!!!. Así nada más, lo beso, sin miramientos, sin tapujos, aún no podía creerlo y obviamente necesitaba una explicación coherente.
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A todo prisa, salió de aquel bar en busca de su jefe, aunque al salir lo vio vomitando a un costado de aquel bar, en unos arbustos, ahora no sabía si preguntarle si estaba bien, o dejarlo ahí a su suerte. Taehyung estaba muy arrepentido de haber ido a su rescate.
Sin más, decidió que lo correcto sería acercarse a preguntarle si estaba bien o si necesitaba algo. A pasos lentos avanzó hacia el jefe y preguntó:
-¿Se encuentra bien?- dijo mirando a otro lado que no sea a sus orbes.
-Agh!, si, perdón, creo que bebí de más, ya no soy tan bueno como antes- dijo Jungkook.
-Ammm.... Si, mmm... S-señor?, puedo preguntar?- dijo el peliazul dudoso y nervioso.
Jungkook sabiendo lo que él preguntaría, decidió mejor caminar para la carretera en busca de un taxi que lo llevará a su hotel a descansar, él quería evitar lo mayor posible esa charla de la cual no quería hablar, porque sabía que estuvo mal lo que hizo.
En su defensa, el pensaba que lo hizo porque la chica lo estaba incomodando en demasía y ella no daba su brazo a torcer, se veía que no tenía intenciones de irse y dejar al azabache solo, por una vez en su día quería tranquilidad, pero vaya que los dioses estaban en su contra y le mandaban un día de la mierda.
El azabache vio a unos cuantos pasos que venía el peliazul detrás de él, y él vio que ya se acercaba un taxi, así que le hizo la parada y este se paró de inmediato y sin más, los dos chicos subieron al taxi en un silencio no tan cómodo, para después darle indicaciones al chófer para que los llevará al hotel.
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