Capítulo 31

165 11 0
                                    

JiMin

—Ahí estás —afirma una voz detrás de mí y me tenso. Dándome la vuelta, veo a mi madrastra, Patricia, y no oculto el ceño fruncido al verla en su corto blanco camisón de seda.

Agarrando la botella de agua, cierro la puerta del refrigerador con fuerza y trato de mantener mis ojos apartados. Mi cabeza se siente pesada del licor en la hoguera, pero no opaca la incomodidad de esta situación.

Su largo cabello rubio cuelga suelto, pero parece recién arreglado como lo hace su maquillaje y su postura no es modesta. Una mano en la isla de la cocina, otra mano en su cadera, si inclina hacia un lado juguetonamente y sonríe.

—¿Dónde está mi padre? —increpo con irritación.

—Dormido —murmura—. En su habitación. ¿Tuviste una buena noche?

¿Por qué estaba siendo tan amable últimamente?

—Sí, hasta el momento —contesto inexpresivamente. Acababa de regresar de una carrera y un infierno de una victoria contra Liam. Y conseguí ver la carrera de Tatum Brandt por HoSeok. Junto con la hoguera después, había sido una noche entretenida. Pero estoy cansado y no estoy de humor para cualquier veneno que Patricia quiera arrojar.

Camino alrededor de la isla, dirigiéndome hacia fuera, cuando da un paso delante de mí.

—JiMin. —Pone su mano sobre mi pecho y retrocedo un poco—. Te has vuelto grande con el ejercicio. Te ves bien. —Asiente con aprobación y me da una mirada inocente—. ¿Sabías que tu padre está teniendo una aventura?

Jesús. ¿Qué demonios?

Definitivamente no está ocultando mucho en ese camisón, tampoco. Puedo ver centímetros de su escote y la piel bronceada de aspecto suave de sus brazos, piernas y hombros. Patricia hace un montón de ejercicio y cuida de ella misma muy bien con el dinero de mi padre. A los cuarenta años, se ve mucho más joven.

Un ladrillo de diez toneladas colapsa contra mi estómago cuando sus labios se mueven hacia mi cuello.

¿Qué. Mierda? Empujo su mano lejos.

—¿Hablas en serio? —Estoy casi sin aliento por la sorpresa. Paso junto a ella, camino con furia por el pasillo y entro en la habitación de cine. El único lugar donde no quiero estar nunca más. Cerrando la puerta, me acerco y me dejo caer en el sofá (el único lugar donde Fallon y yo estuvimos juntos por última vez) y tiro mi cabeza hacia atrás cerrando mis ojos.

Mi corazón está tronando en mi pecho y todo mi cuerpo está caliente con ira.

No puedo creerlo. Mi madrastra se acaba de insinuárseme. Con mi cabeza dando vueltas, pellizco el puente de mi nariz, tratando de poner en orden mis pensamientos por la influencia del alcohol. El frio cuero en la parte trasera de mi cuello calma mi respiración.

No entiendo por qué, después de tanto tiempo, todavía termino durmiendo en esta habitación casi todas las noches. Fallon se fue. Nunca le gusté, así que ¿por qué quiero recordar su traición?

Pero aun así... este es el lugar donde pasamos la mayor parte del tiempo juntos, a veces en silencio y una vez no tan en silencio.

—Mírame —dice Patricia y abro rápidamente mis ojos.

—¡Fuera! —grito, mis labios apretados al verla de pie frente a mí

¿Por qué no cerré la maldita puerta? Me levanto y me enfrento a ella.

Enemigos {F.A.S; #2} ➳ Park JiMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora