Capítulo 16

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Cap. 16

Las esposas llegaron a Las Vegas y lo primero fue ir al hospital, tenían que ver a Gabo, en el hospital se encontraron con los padres de Juliana y a una ex novia llevando café; Vanessa estaba dispuesta a luchar por el amor de su ex novia.

- ¡Mama! ¿Cómo está él? Preguntó Juliana al llegar

- Está malito hija, ya sabes cómo es esta enfermedad. Ya lo están atendiendo. Decía la mamá de Juliana

- Hija perdón por llamarte así, pero ya sabes que siempre hemos estado juntos como familia en esto.

Valentina observaba la situación de la familia y sentía la necesidad de abrazar a Juliana, de querer cuidarla, de hacerla sentir segura, más ella no estaba segura cómo se hacía eso. No era una mujer de cariños, Juliana era la experta.

- ¿Cómo estás Valentina? Dijo el padre de Juliana

- Bien ¿Cómo están ustedes? ¿Gabo estará bien? Preguntó Valentina

- Es una enfermedad variable, solo mantenemos la fe que nuestro bebé estará bien. Respondió el padre

Valentina no dijo nada más solo observó cómo la madre de Juliana se apoyaba en ella, el padre estaba desconsolado y la ex tratando de ganar puntos.

- ¿La familia de Gabriel López? Dijo el enfermero

- Aquí nosotros. Dijo Juliana

- Pasen el doctor dice que pasen los padres y la hermana. Vengan conmigo.

- ¿Me esperas aquí? Dijo Juliana a Valentina. Esta asintió y tomó su mano y la besó. Era su manera de apoyar a su castaña, las vio alejarse y una voz la interrumpió de sus pensamientos

- No puedo creer que mi Juliana este con una mujer como tú. Expreso Vanessa

Valentina reaccionó y recordó la mujer que tenía el café. Entre cerró los ojos porque sin conocerla ya le caía mal.

- ¿Tú eres? Expreso Valentina de manera arrogante

- La novia de cinco años de Juliana, mi novia nunca se fijaría en una mujer tan prepotente como tú. Ella toda la vida me amo. Soy el amor de su vida. Ella nunca me habló de ti. No puedo creerlo

- Un placer yo soy la esposa de Juliana la que se está comiendo ese postre. Esa mujer que ves allá y que despreciabas por tu confusión heterosexual y no atreverte a decirle a tus cercanos que amabas a una chica desde la universidad. Pues ahora es mi esposa y yo sí que no le desprecio.

- ¿Tu cómo? No es posible. Juliana sería incapaz de contarte nuestras intimidades.

- Es cierto, ella es incapaz, yo lo sé porque se más de ti que la misma Juliana. Sé que no eres totalmente homosexual, y no es porque seas bisexual. Eres una mujer con dos identidades, andas comprometida con un hombre haciéndole creer a tu mamá que eres la heterosexual y a Juliana no la amas de un todo. No entendí cómo no tienes tanta intimidad con esa mujer. Esa mujer es un monumento. Ah claro aún estás confundida con tu compromiso heterosexual y con liberarte y ser totalmente lesbiana. Te diré una cosa Vanessa, Juliana es mía y te quiero lejos de esa mujer ahora que eres libre termina de casarte con tu novio y deja a mi esposa en paz.

- ¿Juliana sabe esto? Dijo con la boca abierta Vanessa

- No, pero se lo puedo decir de una vez. Solo tienta mis deseos porque Juliana deje de ser tan pendeja en creer en tu honestidad. No eres una mujer sincera y nunca has sido tan puritana, así que espero que el mensaje de alejarte de mi esposa.

Infierno EncapsuladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora