Capítulo 49

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Cap. 49

- ¿Plan B? ¿No fue suficiente con todo el daño que habías hecho? Preguntó muy enojada Valentina

- No, mi objetivo era de dinero. Laura pensó que me había enamorado de ella, pero tú trato a ella la rompió por completo. Ella te amaba demasiado. Así que lo que pensé que sería una ventaja fue un obstáculo, se deprimió y cuando tus padres la visitaban la convencieron de una ayuda psicológica y eso estaba ayudándola, ella me estaba rechazando, las únicas visita que aceptaba eran de tu papá y a mí me recibía cuando estaba medicada, así que un día le dije que te mostraría a ti unas fotos de nosotras juntas así que eso la desestabilizó y me dejo pasar a su departamento, le dije que estaba allí para ayudarla y lo que hice fue confundirla con los medicamentos. Le daba más del prescrito. Fue así que me firmó el acta de matrimonio, era obvio que no era legal porque no había un juez y allí me ayudó Nay mi abogada y mejor amiga.

- ¿Esa mujer ha estado contigo en tus mentiras y todo esto? Preguntó Valentina

- Sí. Ella me ayudó a validar ese acta claro ahora, porque el día del accidente la reacción del medicamento le dio por irse a casa de tus padres y decirles que yo le había robado, ella sabía que le había robado, pero no le importaba el dinero estaba mal era por lo que te había hecho a ti, así que por eso ese día del accidente diría que ella y yo estábamos casadas, pero no salió lo que yo quería y fue el caos. Así que mi abogada me dijo que no sacara ese documento porque todo lo qué pasó con tus padres y tú echándome la culpa se podría revelar así que íbamos a esperar y fue por eso que revelé ese documento hasta ahora, al principio pensé en conquistarte, pero ya para entonces estabas con esa mujer y todos mis planes se vinieron abajo.

- Maldita. La respiración de Valentina comenzó a ser más pesada

- Eso es todo. Es la verdad y por fin la sabes. Laura nunca te engaño y ella nunca te quiso ser infiel y pues yo nunca te amé. Solo me metí en tu camino por el dinero y por la fama que tenías.

- Guardias. Grito Valentina, tenía que salir de allí antes que pudiera golpear a Camila así que los guardias llegaron, esta se levantó, miró con sus manos cruzadas y empuñadas a Camila y le dijo; - Jamás vuelvas a cruzarte en mi camino, porque te juro que no seré paciente como hoy. Nunca más quiero que me contactes y que logres vivir con todo el daño que hiciste.

Salió la rubia con las lágrimas rodando por sus mejillas, ella estaba teniendo una infinidad de sentimientos, rabia, dolor, deseos de devolver el tiempo y abrazar a Laura, quería regresar y partirle la cara a Camila, cuando llegó a casa fue recibida por su hermana Aida y está la abrazo fuerte, su sorpresa fue encontrar también en la casa a Sebastián su hermano, quien también la abrazó.

- Te amo chiquita bella, los amo. Les decía la rubia mientras los abrazaba. Su esposa también llegó al emotivo encuentro y solo se detuvo a observar la escena. Ellos necesitaban ese abrazo para sanar como familia, los tres habían perdido a sus padres y a Laura. Ellos descargaron sus lágrimas y se abrazaron, las palabras sobraban en ese momento, las palabras no eran necesarias. Solo saber que juntos iban a levantar una nueva generación Achaga que honoraria a sus muertos.

Después de la escena por minutos abrazados, Valentina abrazó a su esposa y esto era el inicio de un nuevo camino para la familia. La mujer dedicó ese día íntimo con sus hermanos, suegros y la mujer de su vida.

Dos días después llegó el gran día, todos a la esposa de la gran princesa Emma quien traería alegría a la mansión Achaga. Estaban en la clínica, la emoción del nacimiento de Emma, Valentina entro le sostenía la mano a su esposa, le daba ánimos para que pujara

- Vamos amor ya viene en camino, tú puedes

- Tú no me digas eso. Tú. No estás... ¡Ay!

- Ya amor solo puja y ya vendrá el bebé. Vamos puja

Pujaba Juliana y cada vez más doloroso, pero la pequeña Emma salió y se escuchó el grito de ambas, Juliana y Emma que por fin vino al mundo. El amor más puro que podían tener ambas mujeres, los médicos cortaron el cordón y le pasaron el bebé a ambas madres, Juliana le dio un beso y Valentina no podía creer lo que sus ojos estaban viendo. Era algo tan pequeño y tan hermosa. Emma tendría a sus dos madres hermosas.

Después que ambas Juliana y Emma estuvieran bien al día siguiente le dieron de alta, todo marchaba bien con las dos, las chicas ahora regresaban con un nuevo integrante de la familia, ahora eran tres. La noche llegó y la pequeña Emma apenas y dejó que las madres se acostumbraran

Con ayuda de Elizabeth Juliana pudo amantar a Emma y Valentina intentaba con los pañales

- Amor, una pregunta ¿Esto de los pañales será todos los días? Preguntó Valentina y Juliana sonrió

- Te amo bebé y amo que cuides a nuestra hija, pero lo de los pañales es por un buen tiempo, así que acostúmbrate.

Los días comenzaron a pasar, la pequeña princesa tenía manos de sobra que la durmieran, dieran de comer y bueno lo del tema de los pañales era otra cosa, allí todos huían. Valentina tenía la difícil tarea siempre.

- Valentina dejaré aquí a Emma tengo pereza de llevarla a su habitación, mira mis ojeras. Dijo Juliana dejando a Emma en medio. Juliana se quedó dormida y Valentina se quedó observando a Emma

- Eres de lo más bonito que he jamás haya visto. Mi princesa, pero tú debes dormir en tu cuna, este es mi espacio con tu mamá. No vayamos tú y yo a tener problemas por mi lado.

Estaba hablando casi en susurró Valentina a Emma, la pequeña con sus ojitos cerrados sonrió, algo natural que hacen los niños. Valentina observó el gesto como un mal presagio.

- ¿Me reto? Oye no se vale debes dormir en tú cuna. Este es mi lado de la cama y esa que estás allí es tú mamá, pero solo para alimentarte, no quiero que me quites mi puesto y como si fuera cosa del destino o un pelea de madre e hija. Emma se quejó y comenzó a llorar. Juliana se despertó y acomodándose la tomó en sus brazos.

- ¿Qué pasó princesa hermosa? Dijo Juliana mirando a la pequeña

- Sabes, creo que debe estar en su cuna. Creo que es lo mejor. Expresó Valentina

- Amor por una noche no pasará nada

Cinco meses después

Valentina estaba observando a su pequeña hija quien seguía durmiendo en medio de las dos mujeres.

- Solo es una noche nada más y sigues aquí. Ya estás grande debes irte a tu habitación. Es el deber ser, decía Valentina cada noche a su bebé, pero está esta vez estaba despierta, mirando a Valentina y como siempre le sonreía. La pequeña rubia ojos azules, sonrió - No me hagas eso, todas las noches no podemos estar peleando. Necesito privacidad con tú mamá yo tengo necesidades y sé que tú las tienes, pero ya te saciaste. Debes irte a tu habitación, si no te gusta el decoro a tú gusto, pero ya debes irte bebé. La pequeña Emma sonrió y Valentina sabía que iba a dormir, así que la tomó en sus brazos y la pequeña tenía la temperatura alta.

Nota:

Buenas tardes bebecitas, espero que disfruten de un lindo domingo. Hago todo lo posible por terminar el último capítulo espero les guste y hayan disfrutado esta historia. Recomiéndala si te gusto 🥰🥰🥰🥰🥰🎁🎁🎁🎁🎁🎁😊😊😊😊😊😊😊

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