⚜️Casaca

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«El amor nunca muere de muerte natural. Muere porque no sabemos cómo reponer su fuente. Muere de ceguera y errores y traiciones. Muere de enfermedades y heridas; muere de cansancio, de languidez, de inanición»

El amor en los tiempos del cólera,
Gabriel García Márquez

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⚜️CASACA⚜️

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~Todos los Santos  1772

-John, baja a mi despacho en poder- dijo el señor Chais asomándose a la habitación del americano que redactaba una carta para su padre. No quiso llevarle la contraria y bajó a ver que era lo que esta vez quería.

-¿Qué sucede?- Cuestionó al entrar al despacho.

-Quítate la casaca- pidió el hombre y John le miró extrañado. No entendía aquella petición y menos con el frío que hacía. -Quítatela. Voy a mandar a que te hagan una más caliente.

-Mi padre me dió una capa, no creo que sea necesario- murmuró quitándosela.

-Si lo es, voluntad de tu padre- dijo terminando la conversación. -Date la vuelta- pidió y luego otra vez. -¿Qué te quedaría bien?- Preguntó observándolo.

-¿Y Harry? También necesitará una si hace tanto frío- aseguró John pensando en su pequeño hermano.

-Oh, sí. Luego lo hablamos, John. No te preocupes- le miró de nuevo de arriba a bajo y asintió para él mismo. -Piensa como la quieres, ¿sí?— le dejó un beso en la frente antes de salir apresuradamente del despacho.

—¿Dónde va?

—A una reunión importante. Nos vemos más tarde.

John se marchó extrañado por aquel episodio y pensó en él todo el fin de semana. Estuvo jugando con Harry y pensando en que color ponerle a su pequeño hermano también. Consideraba que más ropa no era necesaria, pero había que prevenirse para el frío y... no tenía excusa, adoraba la moda.

-¿Vamos a ir con el señor De Végobre?- Preguntó el niño emocionado mientras caminaban por las calles aquel domingo. Harry había insistido mucho en ir para enseñarle un dibujo que había hecho.

-Sí, pero tienes que portarte bien, ¿vale?- Dijo tomando de la mano a su hermano que brincaba contento hasta que llegaron a la casa.

-Yo ya he hecho todos los deberes- contestó Harry con obviedad y fue corriendo cuando vio al otro hombre. -¡Mire, mire!- Dijo enseñando el papel y De Végobre lo tomó con gusto. Harry pintaba solo porque vio a su hermano hacerlo y le gustaba intentarlo. A veces se sentaba al lado de su hermano en el escritorio a mirar y copiar lo que hacía.

-Es muy bonito, Harry- dijo con una sonrisa y el niño se vio bastante feliz. -Hola, Laurens- le saludó dándole algunos besos en las mejillas y pasaron al interior de la casa.

No fue difícil entretener a Harry. Le dejaron sentarse al lado de la chimenea con una taza de chocolate y un rompecabezas. De hecho, John a ratos lo miraba preocupado porque estaba demasiado tranquilo para ser Harry, su mismo hermano que siempre estaba haciendo volteretas y corriendo por todos sitios.

Los más mayores aprovecharon para hablar de algunas cosas de los estudios. John estaba muy contento porque el lunes siguiente le darían la puntuación de un trabajo que se le hizo fácil y en cuando a De Végobre, estaba tranquilo por el examen de derecho romano. Aunque no entendía por qué estudiar eso, tampoco cuestionaba su carrera, era extraña y por ende poco agradable. -El señor Le Sage me estuvo insistiendo en presentarme a un concurso.

1754-1782Donde viven las historias. Descúbrelo ahora