⚜️Vacaciones

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«No midas tu valor por lo que tienes, sino por lo que eres capaz de dar»

Los miserables
Victor Hugo

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⚜️VACACIONES⚜️

~Asunción de la Virgen 1772

Cuando llegó el buen tiempo, los jóvenes buscaban algún plan para las vacaciones. Turrenttini, Martin y Pictet iban a ir a una casa a las afueras de Ginebra, Prévost haría una expedición a los Alpes con un maestro suyo y el resto decidía que quería hacer.

-¿Por qué no venís?- Dijo Pictet.

-El año que viene será- aseguró De Végobre. -Mi familia viene a pasar el mes- aquello fue más que motivo suficiente para indicar que ya estaría ocupado ni siquiera tuvo que hablar del trabajo. En cuanto a Naville, excusó diciendo que había sido elegido en el consejo y tendría varias reuniones de cara a la planificación del curso siguiente y que no podía faltar. Por su parte, John también negó la propuesta. El señor Chais tal vez no estaba de acuerdo. Sus clases con el señor Chais y De Végobre, permanecían con normalidad a pesar de las vacaciones, así que no tendría ningún problema en pasar sus vacaciones con su hermano o explorando rincones de Ginebra en su tiempo libre.

John sabía que no se aburría en aquel lugar. Solía frecuentar las afueras de Ginebra con De Végobre para encontrar algún lugar tranquilo donde dar las clases al aire libre y hacía largos paseos con Chais. Siempre se sentaban cerca del río, pero algo alejados pues los niños que estaban de vacaciones salían a jugar por todos lados de la ciudad o en las lejanías más próximas.

De Végobre y él se hablaban sin cesar, aunque siempre de cosas inocentes y de intereses que compartían. A veces, se quedaban más de lo necesario después de las clases para comentar algunas lecturas y con el tiempo aquello se convirtió en empezar libros juntos.

También, aquel verano, De Végobre presentó a su pequeño hermano Philippe. Un día, avisó a John y Harry que pasarían a buscarlos por la mañana y después irían hacia el monte a jugar y divertirse. Los dos niños no tardaron en congeniar en lo absoluto. Harry, tan distinto a John y Philippe tan similar a su hermano. Tenían los mismos ojos y el mismo cabello, aunque su comportamiento fuese algo diferente. Los niños jugaban a las canicas, a los trompos no, pues no giraban en el pasto. Incluso Harry tuvo la mala idea de enseñarle a Philippe a hacer volteretas. Volvían a sus hermanos mayores locos por momentos.

Empezaron a salir allí casi todas las mañanas en las que De Végobre no estaba ocupado con su trabajo y cuando los niños les regalaban un rato de calma, John solía dibujar mientras De Végobre observaba atentamente como lo hacía o empezaba a hacer cálculos que John no comprendía.

A veces John se entregaba al placer de existir, tan fuerte a esa edad, en medio de las montañas más hermosas de todo el mundo. El río a veces traía algunos pececillos y hacia que algunos pájaros se acercasen a beber.

Cuando hacía mucho calor, De Végobre también solía acercarse a mojar sus manos y con él los niños lo hacían también. Alguna vez se cayeron al río y acabaron empapados. -He traído una flor- dijo Philippe dejándola en el agua y viendo cómo la corriente se la llevaba lejos. -Louis, hazme un barquito- pidió el niño dándole a su hermano una hoja alargada de algún helecho que por ahí debía encontrarse.

Los niños se entretenían con el hombre que, cuando tenía sus edades, aprendió gracias a Martin a hacer barquitos con hojas y los dejaban ir río abajo, haciendo competencias para ver cuál recorría más camino. John disfrutaba viendo a Harry disfrutar de aquellas cosas y de aquella naturalidad que los niños solían conservar. Su mirada se volvía distraída viéndolos con los barcos.

1754-1782Donde viven las historias. Descúbrelo ahora