💠Travesía

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|!| La canción enlazada se trata de una canción inglesa muy popular en las Colonias, que se cantaba habitualmente en el puerto de Carolina del Sur. Interpretada por Jackie Ward, Dorothy Morrison, Sally Stevens y el coro de St. Mary en 1973. Es una de las versiones clásicas que conserva la letra más similar al 1770. Incluso ha sido reinterpretada por otras celebridades como John Travolta. He leído que originalmente se cantaba entre dos personas.

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"Nada es tan doloroso para la mente humana como un gran y repentino cambio."

Frankenstein
Mary Shelley.

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💠TRAVESÍA💠

~Corpus Christi 1771

Esos últimos meses en Carolina del Sur habían sido intensos. Desde que se marchó Harry había un vacío en la casa. Empezó a ir a misa incluso los jueves, solía ir con Lucy porque la señorita Kinloch estaba ocupada en asuntos propios.

Sintió una presencia, unos ojos sobre él. Había alguien en la tribuna de la iglesia. Estuvo mirando hacia allá gran parte de la misa. -Pss, señor- le llamó la atención Lucy con una pequeña risa.

-Hay alguien- susurró John. Aquella reja tupida no permitía observar quien era.

-Siempre hay alguien- afirmó con una leve sonrisa. Tras comulgar, John no regresó a su lugar y Lucy lo notó. Sólo tenía un trabajo alli: cuidar a John. Y justo se le había escapado.

Discretamente subió las escaleras, no pensaba tardar mucho. Nadie le había visto. Se asomó a la tribuna, había una mujer con una mantilla que le cubría el rostro, pero aún se observaba su silueta y su perfil joven. Era una jovenzuela hermosa y eso que aún no la había visto bien. Era más de lo que había imaginando, ¿cómo se le había escapado alguien así? Estaba seguro de conocer a todas las damiselas de Charlestown.

-John- dijo Lucy en un susurró viendo como John estaba mirando a la joven. Fue discreta porque ella no se había dado cuenta.

-Es preciosa... ¿verdad?- afirmó aún observándolo mirar el altar a través de aquella reja. -Dame un minuto, ahora bajo- Lucy solo sonrió y le acarició el hombro antes de marcharse. Perfecto, no sabía cómo hablar con ella, como no sonar extraño, no sonar descortés... estaba atenta a la ceremonia.

-Pasad- susurró la joven. John pensaba haber oído mal. -Os he visto desaparecer de la misa. Aunque veo que no le habéis hecho mucho caso, no dejabaís de mirar aquí.

-Mis disculpas- aseguró en voz baja entrando al lugar y ella le ofreció sentarde a su lado. Podía ver a través de los encajes su rostro perfecto, sus ojos verdes y cuando se retiró la mantilla los pudo ver aún mejor, con aquel color brillante, alegre... ¿Qué haría una joven así allí? ¿Ahí tan escondida de todos? -¿Cómo se llama?

-Alice- respondió.

-Yo soy...

-Ya sé quien sois- le interrumpió con una sonrisa que John le devolvió. Demonios, sentía que el corazón se le iba a salir del pecho. -Sois el primogénito de Henry Laurens- John asintió mirando a la chica. ¿De dónde había aparecido?

-¿Alice? ¿Alice que más?

-Hopton- a John pareció sonarle ese apellido de algo, no recordaba de qué.

1754-1782Donde viven las historias. Descúbrelo ahora