6.

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Janna.

- Nos pueden ver - susurré, llevando mi mano a su pecho, apartándolo lejos.

Poco conforme me volvió a besar esta vez más agresivo y necesitado.

- Gavi - llamó Alejandro parándose en seco para vernos - Por Dios, Araújo te busca.

Me devolvió la mirada, unos segundos y luego se fue, canturreando por los pasillos. Miré a Gavi que estaba con la vista por el lugar donde se había ido Balde y me crucé de brazos, molesta.

- ¿Eso era lo que querías? - indagué enfadada - Estás pasado, Gavira.

Si yo pensaba mantener esto en secreto, tendría que empezar por que Gavi pusiera los pies en la tierra.

- ¿Molesta? - preguntó, con cara de pocos amigos y mirándome de arriba a abajo.

- No, solo son las putas dos de la mañana y hora tenéis juego - le reprendí, pero este se encogió de hombros, con poco importancia - Me voy con Araújo.

Me giré dispuesta a dejarle pero elPablo fue más rápido y me tomó la mano, devolviéndome.

- Cuidado con lo que haces - advirtió estampandome contra la pared y besándome de forma posesiva - Te puede ir mal. Lárgate.

Y no iba a quedarme más allí con él.

Tal vez estaba celoso, celoso de alguien al que yo veo como un hermano, por que si, Araújo es como un hermano al igual que los demás chicos.

Cuando llegué a la mesa donde anteriormente estábamos, Ronald suspiró aliviado al verme completa. Me abrazó hasta que Gavi vino, seguido de Ansu y Erick.

- ¿No vamos? - preguntó el mayor, con una sonrisa cálida y Gavi asintió.

Fruncí las cejas muerta en rabia, Pablo sonreía angelical a Araújo. Una sonrisa Inocente, tranquila y hasta tierna, eso. Eso me cabreó, pues hace unos segundos me quería matar con la mirada. Parecía un niño de Dios, totalmente inocente e incapaz de dañar a alguien, como si no me fuese dañado el coño en la cama.

Hijo de perra.

- ¡Chavales! - Alejandro apareció corriendo, y notablemente agitado. Trató de hablar pero le fue imposible - Hay un problema.

Siguió dando pequeñas sílabas que no me ayudaban a adivinar lo que pasaba. No sé si eran los nervios pero terminé dándole un colleja para que se tranquilasara.

- Tenemos un problema - volvió a repetir y se ganó otra colleja - Hemos embriagado a Yamal.

Señaló una mesa y fui hasta allá, donde un muy borracho Yamal estaba notablemente muerto. Vomitaba encima de su vómito y me apresuré a cogerlo, importandome una mierda que me llenara de esa viscosidad.

La cara de todos cayó en el pedorro que se lanzó Pedri y que a todos no aturdió por su olor y sonido.

Se encogió de hombros y levanté a Yamal, que ya temblaba y divagaba.

Esto va a ser un desastre, hemos embriagado a un menor de edad y posiblemente Xavi nos mataría, solo pido que Dios me salve de su furia.

                             .......

Esto era el colmo, nada podía estar peor.

Casi media plantilla estaba en cama, vomitando o en el baño, no sabía que hacer, Lewandouski al igual que los que estaban bien corrían de un lado a otro mientras yo trataba tranquilizar a un muy, pero muy cabreado y enojado, Xavi Hernández.

Blaugrana - Pablo Gavi. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora