|Café con aroma a Gavi|
Janna.
Podían ser ideas mías, pero Gavi estaba
mucho más activo en las redes sociales. Llevaba montando historias dos días seguidos, y yo, no toleraba la idea de no saber el porqué.Pedri se quejaba una y otra vez, sentado en la orilla de su cama. El pobre se había lesionado durante un entrenamiento y ahora tenía un pequeño percance, que lo hacía no jugar algunos partidos. Ambos nos manteníamos con la mirada en la pantalla gigante, viendo como el balón iba de pie en pie hasta llegar a un lateral de la cancha.
Pablo Gavi, un maldito ridículo que tenía la facilidad de hacerme descojonar en minutos. Ma rasqué la cabeza, sin despegar la mirada de cierto dorsal 6. No sabía porqué estaba tan guapo con ese uniforme de visitante. Se movía el cabello a los lados, una y otra vez sin apartar la vista del césped. Gavi era guapo, y ahora tenía yo el privilegio de decir que era mío.
Un privilegio.
Si yo me pusiera de contar las chicas que lo consideraban suyo, mínimo tendría que contar a media España. Apenas había comenzado el partido, cuando ya Xavi estaba más eufórico que la misma palabra.
Llevé mis manos a la tasa donde antes habían palomitas, pero ahora allí no había más que cubos de sal. Miré a Pedri, y volteó instantáneamente a la ventana, poniendo su mejor cara de inocencia. Casi pateo el muslo.
Maldiciendo por lo bajo, tomé la tasa y me fui a la cocina el busca de otras palomitas, para luego meterlas en el microondas. Me perdí unos segundos, hasta que por sin escuché el pitido. Me metí en la nevera, solo para decirle a mi cerebro lo que ya sabía. No había más que agua y sumo de naranja. Luego tenía que ir al mercado. Enrollé un jamón, para luego llevármelo a la boca.
— ¡Gol! — gritó Pedri desde la habitación y corrí escaleras arriba solo para ver como este cojeaba y brincaba. Miré la pantalla y abrí los ojos.
Gol de Gavi.
— El miércoles — pareció pensarlo y luego se echó al respaldo de la silla — No piendo hacer ningún gol.
Y ahora lo había hecho, había marcado un gol al minuto 12. Pedri gritaba de un lado a otro, emocionado. Yo por mi parte, me mantenía sin una palabra. Sentí mi pecho inflarse al verlo correr al extremo de la cancha y besar el escudo, alzó su mano y luego hizo lo que normalmente haría Pedri en su lugar, alzar las manos y hacer una especie de lentes.
Sonreí sin poder evitarlo, me acaricié la barriga, por instinto, y luego bajé la mirada sin entender bien por qué lo hice.
"Los colores eran lo que él más amaba"
Solo pensé, y vi a Pedri.
Hice un pequeño puchero, esta vez considerando la idea de haber ido con los chicos. Maldición, tenía que haber aceptado. Estaría allí disfrutando del gol de Gavi. Me llevé las manos a los ojos, sintiendo estos mojados, al igual que mis mejillas.
Iba a matarlo por no hacer lo que dijo.
........
Tomaba mi café junto a Pablo, que se mantenía fijo en el celular viendo videos. Apenas el mío vibró, lo tomé revisando el grupo del trabajo, donde ya se habría mandado en qué grupo jugaríamos. Suspiré aliviada, por lo menos este año no jugaríamos con el Bayern Múnich, por lo menos.
A Pablo no le interesaba, para él ver eso era solo complicarse la cabeza, así que no me molesté en mostrárselo, otro día lo vería. Su entrenamiento ya había pasado, esta mañana sorprendentemente fue uno de los primeros en llegar, y no buscó problemas.
Por fin clasificamos para Champions; y eso era un comienzo. Desde hace dos años no íbamos. Gavi levantó la mirada, y con una mano me quitó la tasa, oliendo por encima qué era.
No teníamos planes para hoy, todo era quedarse en casa y follar, listo, y yo quería hacer algo diferente.
— ¿Quieres acompañarme al mercado?
Gavi se encogió de hombros y asintió, después se levantó estirándose.
— Vamos, que más tarde nos llaman.
Me levanté casi corriendo y tomé mis cosos pra salir, y así salir. No hace mucgo llegué del trabajo, y ni tiempo de cambiarme tuve, Gavi igual.
Me cuestioné si en ir en su carro, o el mío, pero él terminó ganando.
— Sabes que para el próximo partido, te vas a sentar con Pedri.
Arrugué mis cejas, bajando la ventana. No me gustaban esos puestos, y Pedri solía no hablarme hasta el descanso.
— Y no te estoy preguntando.
Hijo de puta.
Encendí mi celular ignorando sus palabras, no iba a sentarme con Pedri a menos que me obligaran.
Entonces llegamos al mercado. El aburrido mercado donde se supone que compraríamos lo que no había en mi casa, que un gran punto era, que yo sabía lo que hacía falta. Bajamos, en silencio, tomando el carrito y caminando en silencio, otra vez.
Cuando ya teníamos un buen rato caminando sin tomar absolutamente nada de los estantes, Gavi me miró molesto.
— No me culpes, no sé que hace falta.
Gavi observó lo que teníamos en frente, y sin más empezó a tirar las cosas en el carrito. Todo lo que vio, lo echó. Me quedé callada, lo traje para que pagara, así que no iba a pronunciar nada.
Tiraba algunos sobre de café en el carrito, hasta que Gavi me detuvo.
— Ojalá algún día me quieras tanto como quieres el café.
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.@pablogavi.
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Blaugrana - Pablo Gavi.
FanfictionA estas alturas Gavi no sabe lo que quiere, y sus actitudes de gilipollas solo harán de Janna un manojo de sentimientos e inseguridades. ¿Tiene que cambiar él para poder seguir a su lado? ¿O tiene Janna que aguantarlo por que realmente lo ama? Jann...