XXII. Sin Piedad (I)

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Naruto, después de hacer un cambio en su imagen, se preparó para el último día del Verano. Finalmente un último ciclo para dedicarse a lo que más le gustaba y ser feliz.
Tomó su teléfono y abrió el chat que tenía con Dimitri y escribió:

"Sí voy a ir".

Ese mensaje lo repitió para el chat de Moon, confirmó que asistiría a la fiesta, pero después de hacer, como siempre, un poco de entrenamiento. Solo se relajaría por un día, había sido un viaje largo y cansado.

(...)

Mientras tanto, en un hospital:

George Chambers se dirigía con paso firme hacia un cuarto del hospital, la razón era que su hijo había despertado de la inconsciencia y ahora tenía que hacer algo mientras; Thomas, campeón de Boxeo de peso pesado, estaba viendo la televisión, le apareció el tema sobre Naruto, quien con éxito llegó a las noticias justo a tiempo.

Ahora tenía que esperar que el rubio le ganara a Koba, aunque sonrió al pensar que Naruto podía ganarle a Koba; a sus pensamientos, si él, siendo un campeón de boxeo, no pudo ganarle a Koba, menos lo haría un chico de apenas dieciocho años, su pensamiento fue interrumpido cuando, casi su padre, entró por el consultorio, azotando la puerta con su fuerza.

-¿Por qué lo hiciste? -exigió saber George a Thomas, quien solo alzó la ceja.

-¿Hacer qué?

Era obvio a qué se refería, pero no veía el porqué su padre se veía tan molesto.

-¡No te hagas el tonto! ¿Por qué mandaste información falsa sobre el hijo de Boyka?

-¿Falsa? Creí que fui muy exacto; solo mandé la información de Boyka, él tuvo una aventura.

-¡E hiciste ver a esa mujer como una cualquiera! ¡Yo no te enseñé a ser un maldito mentiroso! -George gritó a los cuatro vientos y las enfermeras, así como los pacientes que pasaban por la habitación, se apartaban por los gritos del ex-campeón.

-¿Y a quién le importa? Todo esto es un show. Nada es más entretenido que un chico que sigue los pasos de su padre para ser derrotado por el protagonista. -se señalo así mismo, dando a entender que era muy arrogante y se creía el protagonista de una historia, como esas que leía.

Su padre negó con la cabeza, viendo en lo que se había convertido su hijo, solo le importaba el espectáculo y que la gente lo idolatrara.

Le gustaba la aprobación.

(...)

Naruto, como siempre, estaba haciendo ejercicio, aunque claro que no en exceso porque, el hecho de no tener la suficiente grasa corporal, podía ser dañino para el cuerpo, de ahí su dieta, misma que consistía en comer carnes rojas, pollo, filetes de pescado, carbohidratos en buena medida, vegetales, verduras, arroz y licuados de platano. El pelirrojo rubio tenía un índice de grasa corporal suficiente para poder durar veinticinco minutos de pelea.

El rubio estaba levantando pesas en su propio gimnasio, cargando cuarenta kilos en cada mano mientras estaba pensando en su siguiente pelea y, por supuesto, pensando en qué haría ahora que no podía participar en el siguiente 'All Valley'. Se detuvo cuando sintió el cansancio de sus brazos y se levantó de donde estaba para después solo sostener las pesas, mismas con las que empezó a hacer ejercicios para fortalecer sus piernas.

Cuando finalmente estaba satisfecho, dejó caer las pesas y estiró los brazos, tomó una botella de agua que tenía cerca y le bebió en sorbos cortos, si recordaba bien, la fiesta sería en la tarde-noche, por lo que tenía tiempo suficiente para darse un baño y ver una película.

Invicto vs Cobra KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora