Invicto vs Cobra Kai

IV. Naruto Boyka

Luego de ganar fácilmente las peleas, el árbitro se acercó al vestidor de Naruto y le dio un sobre lleno. El rubio lo tomó y lo contó, verificando que estaba todo. Dio un asentimiento al hombre y éste salió.

-Tendría cuidado. -dijo, llamando la atención de Naruto. -Hiciste que muchos perdieran grandes cantidades de dinero.

-No me importa.

Naruto se siguió cambiando mientras guardaba todo.

Por otro lado, en la pelea, no había notado que una chica lo miraba con asombro y una sonrisa.

Cuando iba saliendo del club de la pelea, un par de hombres obesos se pararon enfrente de Naruto, bloqueando su camino.

-¿Qué quieren?

-Perdimos mucho dinero por tu culpa. Así que creo que nos debes dinero.

-Que ustedes hayan apostado al caballo equivocado no es mi problema. Así que,por favor, tengo que regresar para hacer mi tarea.

Hizo reír a los hombres. De sus espaldas, sacaron un bat y una palanca de hierro.

-Te podrás ir cuando nos des todo lo que tienes en t-

Naruto lo interrumpió al darle un golpe en la cara que le voló varios dientes.
Los demás, los cobardes, retrocedieron un paso.

Provocar a Naruto era una muerte segura siendo que el miedo era algo que él nunca sentía, lo demostró y se le tatuó, el tatuaje en su espalda de la serpiente significaba que no le tenía miedo a las autoridades ni a nadie.

Naruto caminó entre los adultos mayores sabiendo que no tenían las agallas de pelear contra él. Se dirigió a la salida para tomar un taxi.

(...)

Miguel estaba en su casa acomodándose hielo en las costillas y en la cara ya que anoche, Kyler y su banda de bravucones, lo golpearon en el baño la noche de Halloween.

Su madre lo miraba preocupada, aún recordaba como Jonny Lawrence, el Sensei de 'Cobra Kai', lo había traído en la noche, golpeado y sangrado.

-Miguel, ¿por qué no me dices quién lo hizo? -él chico negó, adolorido. -La escuela puede protege-

-No. No me protegerán, lo empeorarán. -la interrumpió.

Realmente no mentia y tampoco estaba exagerado. La escuela no iba más allá de la solución de hablar y sancionar, pero, ¿protección? Eso nunca iba a suceder.

-¡¿Hay algo peor que esto?! -su madre se exaltó, no podía imaginar que hubiera algo peor que una golpiza

-Si. Si tuviera más lecciones de Karate ta-

-No. -cortó su madre apenas soltó la palabra 'Karate'.

-No es culpa del Sensei Lawrence, yo no estaba listo.

-No, no habrá más karate. -su madre reprochaba la idea de que su hijo aprendiera Karate.

Aunque estaba su abuela, quien solía echarle una mano.

-Carmen, hija, ¿cuál es el problema? El chico finalmente quiere aprender algo de su agrado.

-Gracias, abuela.

-¿Es que no estás viendo cómo está?

-Lo estoy viendo, y es por eso que creo que necesita más práctica. Que esté en guardia y mueva las manos.

Su madre y su abuela siguieron discutiendo sobre si Miguel debía de seguir practicando Karate por un largo tiempo.

(...)