The Great War (Bucky Barnes X OC)

𝟐𝟗

☆。*。☆。

Lo último que vio Steve antes de que los metieran en la furgoneta fue la mirada asustada de Kath. Les preguntó adónde la llevaban, pero no le contestaron. Intentó liberarse, pero fue en vano.

Sentado en la furgoneta, su mente estaba confusa, intentando encontrar las piezas del rompecabezas.

Nada tenía sentido.

Estaba tan sumido en sus pensamientos que se olvidó de Natasha y Sam. Ella había recibido un disparo en el brazo y estaba sangrando. Y Sam, él sólo quería ayudarlos y ahora estaba en este desastre.

Fue la voz de Sam la que lo sacó de sus pensamientos.

-Está sangrando, necesita ayuda -dijo Sam, refiriéndose a Nat, que estaba extremadamente pálida y parecía muy cansada.

Estaban siendo vigilados por dos agentes, completamente cubiertos y armados hasta los dientes. Al oír las quejas de Sam, uno de los agentes sacó una de sus pistolas, amenazándoles. Los segundos siguientes estuvieron llenos de confusión.

El agente utilizó su arma pero no contra Sam sino contra el otro agente. Los dos agentes lucharon un poco pero el otro agente era más rápido e inteligente.

Los tres amigos miraron al agente completamente sorprendidos.

El agente se quitó la máscara.

Era Sharon Carter.

Su pelo rubio le caía en la cara, se lo apartó con una mano enguantada y luego les miró.

-Esta cosa me estaba matando -dijo, luego los miró-. Tengo dos preguntas. La primera: ¿Quién es este tipo? - Dijo, señalando a Sam.- Y la segunda, ¿dónde está Kath?

-Se la llevaron -dijo Steve-, la metieron en la otra furgoneta y eso fue lo último que supimos.

-Dios, esto va a ser más difícil -se dijo-. Tenemos que salir de aquí.

-¿Cómo? Exactamente -preguntó Sam.

-Déjamelo a mí... -dijo la chica.

Consiguieron salir de la furgoneta y había otra esperando para llevarlos a "un lugar seguro".

Viajaron durante un par de minutos hasta que llegaron a un edificio abandonado cerca de las alcantarillas de la ciudad, Steve y Sam ayudaban a Nat mientras Sharon los guiaba al interior del edificio.

Cuando entraron en una de las viejas habitaciones, un médico se acercó a saludarles.

-Está herida -dijo Steve-. Herida de bala.

El médico asintió y se acercó a ellos.

-Espere, puede que ella quiera verle -dijo Sharon, conduciéndoles a otra habitación.

Les dijo que entraran en la habitación y se quedaron parados como si hubieran visto un fantasma.

O un muerto viviente.

En una cama rodeada de máquinas médicas estaba Nick Fury.

Se quedaron parados, sorprendidos.

-Ya era hora -dijo Fury.

Cuando se les pasó el shock, el médico empezó a curar la herida de Nat mientras Nick Fury le explicaba lo que le había pasado.

-Espina dorsal lacerada, esternón fisurado, clavícula destrozada, hígado perforado y un dolor de cabeza de mil demonios -dijo el hombre mientras todos lo miraban, impresionados de que siguiera vivo.