The Great War (Bucky Barnes X OC)

𝟒𝟔

☆。*。☆。

Kath les contó lo que había pasado con Natasha, Sam y Wanda escucharon atentamente mientras Kath contaba su historia con lágrimas resbalando por sus mejillas.

Cuando terminó, tenía los ojos enrojecidos y no le quedaban lágrimas para llorar, Sam le dijo que necesitaba descansar y Wanda la ayudó a meterse en la cama.

Kath no salió de la habitación durante los dos días siguientes, sabía que Nat se había ido, pero, aun así, no quería enfrentarse a los demás, especialmente a Buck, simplemente no podía.

Por la tarde del tercer día, Sharon entró en su habitación.

-Hola -dijo mientras se sentaba en la cama.

Kath no contestó, sólo la incorporó sobre la cama.

-Me enteré de lo que pasó con Natasha -dijo Sharon-. Lo siento mucho, Kath.

Kath le dedicó una pequeña sonrisa triste.

-¿Qué vas a hacer ahora?.- preguntó Sharon.

-No lo sé -respondió Kath con voz ronca-. Quiero decir, es mi amiga y la quiero, pero...

-Ella rompió tu confianza.-completó Sharon.

-Sí. Sabía lo mucho que él significa para mí y nunca me dijo nada.- Kath se pasó una mano por el cabello.

-¿Es eso lo único que te tiene tan molesta?.-preguntó Sharon.

-¿Qué quieres decir? -preguntó Kath, mirando a su amiga.

-Quiero decir que también está el hecho de que había algo entre ellos...

-Por favor, Shar. -dijo Kath, exasperada.

-Por favor, Kath -respondió Sharon.

Kath dejó escapar un suspiro.

-No te voy a mentir.-Empezó Kath.-Duele.Duele más de lo que quiero admitir, porque mientras ella pasaba tiempo con él yo estaba de luto sobre una tumba vacía.

A Kath se le quebró la voz y se cubrió la cara con las manos.

Sharon la abrazó.

-¿Crees que la podrías perdonar? preguntó Sharon.

-No lo sé -respondió Kath, secándose las lágrimas-. Pero por ahora necesito estar enojada.

Sharon asintió. Sabía que Kath estaba dolida y eso estaba bien, también sabía que sería cuestión de tiempo que ella y Nat arreglaran las cosas.

Sharon se marchó esa noche, le dijo a Kath que tenía que reunirse con uno de sus contactos para ver qué tan mal estaba la situación para ella y ver si podía llegar a un acuerdo, pero prometió estar en contacto.

Esa noche Kath apenas durmió, muchas cosas le daban vueltas en la cabeza, muchas cosas que tenía que arreglar.

No supo cuándo la venció el sueño, pero se despertó tarde por la mañana. El sol entraba por su ventana. Se levantó de la cama y se dirigió a la cocina. Se sorprendió al ver la casa vacía, ni un alma.

Frunció el ceño y miró por la ventana, nada.

El corazón se le aceleró.

Se giró y vio un trozo de papel sobre la mesa de la cocina.

Tomó el papel, era una nota.

"Todo está bien, estamos bien. Te lo explicaré todo cuando llegue a casa".