The Great War (Bucky Barnes X OC)

𝟔𝟗

Hubo un pequeño funeral por Katherine, todos estaban de acuerdo en que no podían dejarla marchar así, aunque no había cuerpo que enterrar. Todos se reunieron alrededor de la tumba, estaba bajo un árbol, cubierta de flores, en la piedra gris había una inscripción:

En memoria de

Katherine Jones

1921-2023

Amiga. Amante. Vengadora.

Todos permanecieron en silencio durante un rato, hasta que el sol empezó a ponerse y, uno a uno, todos se fueron menos Bucky. Él se quedó allí, observando la tumba.

Aunque había pasado una semana, seguía sin creérselo, seguía pensando que sólo había sido un mal sueño y que Kath aparecería en cualquier momento, pero nunca lo hizo.

Se quedó allí hasta que el sol empezó a ponerse, no sabía exactamente por qué, ni qué estaba esperando, pero se quedó.

Al cabo de un rato, sintió que alguien estaba a su lado, giró ligeramente la cabeza y vio a Sharon Carter de pie a su lado. Kath le había dicho que era sobrina de Peggy Carter, pero nunca había hablado con ella en el poco tiempo que la conoció.

-Es bastante tarde para estar aquí -le dijo, esperó a que él contestara, pero no lo hizo-. Steve y Nat están bastante preocupados por ti.

De nuevo el silencio. Sharon dejó escapar un suspiro.

-Sabes, mi tía nunca le hizo una tumba a Kath cuando desapareció.- comenzó Sharon, Bucky se giró para mirarla.- Nunca creyó que Katherine se hubiera ido de verdad.

Bajó la mirada, con las lágrimas intentando salir.

-Sé que esto debe ser muy duro para ti.-dijo ella, sin apartar la mirada de la tumba

-No tienes ni idea.- susurró.

-Así que si hablas.- dijo Sharon con una sonrisa burlona.- Va a ser duro y va a doler mucho, pero no apartes a la gente, ¿okey?

Él sabía que ella se refería a Steve y Nat, realmente no quería alejarlos, pero no sabía cómo acercarse a ellos.

-Vamos, déjame llevarte a casa -dijo Sharon.

Bucky dudó un momento, no quería irse pero sabía que tenía que hacerlo. Después de un momento él siguió a Sharon a su coche.

Mantenía los ojos fijos en las calles y las luces de la ciudad mientras Sharon conducía, ninguno de ellos hablaba pero había momentos en que Bucky la miraba y veía el parecido con Peggy Carter.

Aparcaron. Bucky respiró hondo, se sentía cansado, sabía que Sharon lo miraba fijamente.

-¿Sabes qué va a pasar con las cosas de Kath? - preguntó. Había querido preguntárselo a Nat, pero por alguna razón no lo había hecho.

-Bueno, algunas de sus cosas siguen en su casa. - contestó Sharon. - Y como la casa no tiene dueño, creo que está libre. Tal vez puedas pedirle a Nat o a Steve que te lleven.

Bucky se limitó a asentir y al cabo de un momento salió del coche.

Bucky cerró la puerta detrás de él. Se había estado quedando con Nat durante los últimos días.

Cuando entró en la casa, Nat ya estaba allí, le dedicó una suave sonrisa.

-¿Está todo bien? preguntó, sin saber si querría hablar con ella, no había estado hablando con nadie estos días.

-Sí, solo necesitaba tiempo. - él se encogió de hombros.

Nat asintió.

Se sentó en el sofá, mirándose las manos.

-¿Hay alguna posibilidad de que vayamos a casa de Katherine? - preguntó de repente.

La pregunta tomó a Nat por sorpresa, no había hablado de Katherine desde que regresó, y cada vez que alguien la mencionaban, simplemente salía de la habitación, así que el hecho de que estuviera hablando de ella podía ser algo bueno.

-Sí, podemos ir. - Respondió Nat. - Podemos ir mañana, si quieres.

-Sí, eso estará bien- asintió.

Esa noche ocupó su lugar habitual en uno de los sillones de Nat y se durmió, y como las otras noches fue perseguido por las pesadillas.

A la mañana siguiente, después de tomar un sencillo desayuno, Nat le llevó a la antigua casa de Kath. Les costó poco llegar, ya que estaba en medio del bosque. Bucky aún recordaba la primera vez que vio la casa, unos años atrás, y aunque había pasado el tiempo, el lugar parecía el mismo.

Nat abrió la puerta y encendió las luces.

Bucky entró y miró a su alrededor. Al igual que el exterior, el interior de la casa estaba prácticamente intacto, como si alguien hubiera limpiado recientemente.

-Algunas de las cosas de Kath están aquí. - explicó Nat-. - Ella visitaba este lugar cuando venía a la Tierra.

Bucky la miró confundido. ¿Cuando venía a la Tierra?

-Pasó algunos años en el espacio. - Dijo Nat, ella olvidó que él no sabía nada de eso, tampoco sabía de Kath y Carol. - Pasó unos años con Carol, una amiga nuestra, eran... algo así como pareja.

Realmente no sabía cómo explicárselo, ni cómo se lo tomaría él.

Bucky la miró y se limitó a asentir. Siempre había sabido que a Kath le atraían los hombres y las mujeres, y siempre le había parecido bien, y en el fondo se sentía un poco feliz de que Kath hubiera encontrado a alguien y hubiera seguido adelante durante aquellos años.

Caminó por la casa, mirando todas las cosas que una vez pertenecieron a Katherine, una onda de tristeza se apoderó de él, y la comprensión lo golpeó, miró todas esas fotos en los estantes, en la casa que una vez perteneció a ella. Oyó cerrarse la puerta y supo que Nat había salido, intentaba darle algo de espacio.

Dio la vuelta y se dirigió al dormitorio, la cama estaba hecha, las cortinas cerradas, todo estaba en orden.

Se sentó en la cama por un segundo, se sentía abrumado por el torrente de emociones que estaba sintiendo.

Se quedó allí un rato, sólo dejando que lágrimas silenciosas corrieran por sus mejillas. Se sentía triste, llevaba mucho tiempo triste, pero lo único que siempre le había dado un poco de esperanza era Kath, incluso cuando no recordaba quién era y sólo era un fantasma que le perseguía en sueños.

También se sentía enfadado, enfadado con el mundo, con el destino, por ponerles en aquella situación, por no dejarles tener una vida normal, la vida que habían soñado. Estaba enfadado con HYDRA por convertirle en un monstruo, por quitarle lo que era, estaba enfadado con ellos por lo que le hicieron a Kath; ella no se merecía vivir nada de eso.

Y también estaba enojado con Kath. Estaba enojado con ella por dejarlo, por abandonarlo. Sabía que las cosas entre ellos no estaban del todo bien, estaban intentando que funcionara, y ahora ella se había ido y él se había quedado solo otra vez.

Maldijo su nombre mientras más lágrimas corrían por su rostro.

No supo cuánto tiempo pasó cuando dejó de llorar, sus ojos estaban rojos y ya no había lágrimas. Se pasó una mano por el pelo, lo tenía largo y enmarañado, respiró hondo.

Algo llamó su atención. Miró hacia la mesita de noche y vio un papel, lo tomó, era un sobre, en el reverso, con letra delicada estaba su nombre.

Reconoció la letra de Kath, probablemente era la única persona que conocía a la que todavía le gustaba escribir cartas, aparte de Steve.

Pasó un dedo por la tinta del papel.

Había dejado algo para él, lo único que le quedaba y era para él.

No sabía si estaba preparado para abrirla, o si quería hacerlo. Tras un momento de duda, abrió el sobre con cuidado y sacó.

Era una carta.

Respiró hondo y empezó a leer.