La quietud en la Fortaleza Roja era tensa y lúgubre. A Helaena poco le gustaba permanecer dentro de los muros del castillo.No fue difícil encontrarla. Como siempre desde hacía varias semanas, la princesa estaba en los jardines acompañada de su prometida y alfa, Baela Targaryen.
Cregan las observó de lejos. Tenían el mismo cabello platinado, los mismos ojos violetas y ese aire casi divino que caracterizaba a las dos familias de sangre Valirya de Poniente. Aunque ambas mujeres tenían rasgos finos, Baela tenía el semblante serio la mayor parte del tiempo, altivo y orgullos, mientras que Helaena era toda sonrisas y amabilidad. De nuevo sintió aquella punzada. No era la primera ve que le sucedía cuando las contemplaba pero estaba aprendiendo a que era parte de su vínculo y en respuesta, Baela giró la cabeza, al mismo tiempo que Helaena, a Cregan no le quedó de otra más que salir de su escondite y unírseles.
Se arrodilló frente a ambas, Hel lo saludó con una sonrisa, extendiendo una mano que el hombre se llevo con cuidado a los labios para besarla. Baela apenas movió la cabeza en un saludo. No esperaba enamorarse perdida y profundamente de Baela como lo estaba haciendo de Helaena, pero su actitud dificultaba un poco las cosas.
A Cregan le enseñaron que los dioses siempre actuaban de maneras misteriosas y que no era quién para cuestionar sus designios, pero ¿porqué decidieron emparentarlo con la alfa más orgullosa de Poniente? Sin mencionar al príncipe con fama de asesino que tenía por padre.
El día era fresco. Las nubes se arremolinaban sobre la Fortaleza como una capa de algodón grisáceo de la cual no se fiaba. En el Norte era normal ver el cielo de esa manera. Al Sur, parecía un mal augurio.
–Todo está listo– informó Cregan cuando Helaena se distrajo con insecto que acunen su regazo.
–¿Mi padre?– preguntó Baela. Estaba nerviosa.
–He pedido a la Reina que requiera su presencia en el Salón del Trono.
–¿Hablaste con ella? ¿Se lo dijiste?- Baela no pudo contener el jadeo alarmado, llamando la atención de Helaena.
–Es inofensivo– comentó ella, sosteniéndole de la mano. Ambos alfas la miraron hasta que entendieron que se refería al bicho y no a Daemon Targaryen.
–Le he dicho que me gustaría hacer una petición– movió la cabeza para concentrarse –, que concierne a la familia.
–¿Crees que sospeche?– ella hizo una mueca cuando Hel dejó al bicho pasearse sobre su mano. Se lo devolvió con asco y la omega solo sonrió.
–No creo– esperaba que no. –De todos formas, Rhaenyra y Alicent están demasiado preocupadas por sus hijos como para prestar atención a otra cosa. ¿No has hablado con Daemon?
Baela guardó silencio y agachó la cabeza. Desde la visión, la alfa había intentado hablar con su padre sin éxito. El príncipe siempre encontraba alguna excusa para librarse de ella y cuando lo buscaba en sus habitaciones nuca lo encontraba. Ni siquiera los capas doradas a los que entrenó con tanto esmera hacía muchos años, sabían dónde se metía el principie. La única que, por alguna razón siempre parecía saber dónde estaba o la única a la que en realidad le importaba, era su sobrina la Reina. Y eso afectaba. Así hija en la vena mas sensible de los alfas Targaryen, el orgullo.
–Sólo espero que esté presente.
–El dragón es fuerte, pero no se defiende – murmuró Helaena.
Aquella visión había revolucionado completamente la manera en la que los alfas la miraban. Cuando se perdía en la lejanía de sus visiones, evitaban a toda costa volver a tocarla. Cregan entendía que había personas que nacían con el don de la visión, que tenían sueños tan vívidos que se convertían en pesadillas vivientes y que nunca, nunca hiciera caso omiso de las advertencias en las palabras de quienes tenían el poder, sin embargo jamás imaginó que fuera posible que un Vínculo pudiese otorgar los poderes a la otra parte.
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CABELLOS DE PLATA
FanfictionEl cabello largo y platinado era un rasgo que se apreciaba entre los Omegas Targaryen pues era símbolo de su pureza, belleza y sobretodo fertilidad. Aegon II Targaryen no solo es el primogénito varón del rey Viserys, sino que también es el primer O...