Nota el calor contra su cuerpo, el calor de su alfa y siente una paz increíble que lo invade y lo invita a relajarse, a dejarse llevar por el vaivén de la cabalgata. Está a punto de cerrar los ojos cuando una fuerte punzada atraviesa su cuerpo.Chilla y se retuerce contra el alfa, intentando deshacerse del dolor que mantiene su cuerpo adolorido y deja que la calma de un momento antes vuelva a invadirlo, que se lo lleve con los dioses porque no se cree capaz de seguir soportando aquella tortura. Siente sus ropas empapadas y no sabe si es sudor o sangre, ni siquiera sabe si está herido porque el dolor proviene de su interior.
Intenta mirar a su alrededor pero los ojos, inundados en lágrimas, apenas logran distinguir la silueta frente a él. Sabe que es Jacaerys quien lo sostiene entre sus brazos pero no sabe por qué.
Aquella punzada mortal vuelve a aparecer y siente su cuerpo partirse en dos como si fuese atravesado por una lanza. Gime y Jace lo acerca más a su cuerpo.
Siente su aliento cálido como el aliento de un dragón sobre su frente y sus labios moverse en un susurro ininteligible.
–Aegon. Aegon. Aegon.
Su nombre resuena una y otra vez y siente algo en su interior removiéndose. Su parte omega está alterada pero su parte humana quiere dejarse llevar para ya no sentir dolor.
Es entonces cuando reacciona y abre los ojos de golpe. Ese dolor no es normal. Algo anda mal en su interior y su omega lo sabe, sabe que no es sólo él quien está en peligro sino aquello que está gestando. Su hijo quiere nacer y quiere hacerlo ene se momento.
Mira arriba, encontrando el perfil de Jace, aun borroso por las lágrimas pero lo suficientemente nítido como para notar la barba castaña incipiente en la mandíbula apretada, el rostro contraído en una mueca de determinación, dolor y desesperación.
Se da cuenta de que van a lomos de un caballo y no hay nada que lo sostenga mas qu los brazos de Jace, una parte de él teme caerse, la otra, está segura de que su alfa los pandrá a salvo antes de que una tragedia ocurra.Su interior se desgarra y amenaza con hundirlo en la oscuridad de una contracción particularmente más doras. Intenta mirar a su alrededor y obtener señales de su paradero, sobre ellos, las calles de Desembarco del Rey se cierran en techos altos y rojos, los murmullos de la gente se hacen más fuertes conforme avanzan entre la multitud pero nada le dice que tan cerca o lejos se encuentran de casa.
–Ahora no, por favor. Ahora no.–
El calor, el dolor y el desgarrador impulso de su cuerpo por expulsar aquello que le hace daño aterrorizan a Aegon.
Las puertas del castillo se abren con un estruendo y Jace hace frenar de golpe al caballo. No sabe cómo pero ahora los dos están en tierra. O al menos Jace, pues entre sus brazos, Aegon se contrae otra vez.
–¡Llamen a la Reina y al maestre, quiero a todas las sirvientas listas para atenderlo!– brama Jace mientras se adentran en la Fortaleza.
La sombra del castillo refresca un poco al omega mientras la contracción pasa pero se prepara para la siguiente. Intenta respirar, concentrarse en sus latidos porque aunque sabe que su cuerpo está experimentando el peor de los dolores, no se compara con lo que puede subir su hijo si él se da por vencido.
Sabe que el impulso protector del alfa es quien le permite avanzar a grandes zancadas por los pasillos, incluso siente subir los escalones de dos en dos o de tres en tres mientras se dirigen a su habitación.
Han transcurrido seis o siete contracciones en ese corto tiempo y no sabe si es bueno o malo pero se alivia cuando es colocado con ternura en el colchón y su cuerpo puede extenderse lo suficiente como para no mantener el dolor en su vientre sin embargo, sus piernas se acalambran y es ahora su espalda la que resiente las punzadas.
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CABELLOS DE PLATA
FanfictionEl cabello largo y platinado era un rasgo que se apreciaba entre los Omegas Targaryen pues era símbolo de su pureza, belleza y sobretodo fertilidad. Aegon II Targaryen no solo es el primogénito varón del rey Viserys, sino que también es el primer O...