Comienza el segundo examen. Todos al agua

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Luego de que Watari indicara que los que quedaron presentes avanzarían al siguiente examen, el nuevo sensor nos guio hacia el puerto.

—¿Nos enviarán a casa? —preguntó Hiroko.

—No creo —respondí—. Sería demasiada molestia viajar hasta acá si aquí termina el examen.

—Tal vez el examen es en otra isla —sugirió Haruki—. Un examen de supervivencia no puede llevarse a cabo en la civilización.

Un enorme barco metálico a vapor esperaba en el muelle, los jounin de la Niebla reunieron a los aspirantes alrededor de la rampa de abordaje.

—¡Escuchen todos! ¡Yo seré su sensor para el segundo examen! ¡Mi nombre es Han! ¡Todos los aspirantes aborden inmediatamente!

—¿Otra vez? —se quejó Himiko—. Odio los barcos.

—No se preocupe, lady Himiko —dijo Ryū—. Yo la cargaré y seguiremos el barco sobre el agua.

Himiko le dirigió una sonrisa incómoda.

—No es necesario, Ryū. Puedo soportarlo.

—Entendido, mi lady.

—Qué raro eres, Ryū —comentó Gen.

Seguimos a la multitud y abordamos. El navío tenía una cubierta tan amplia que todos cabíamos sin estar encimados. Una vez que terminaron los preparativos, zarpamos una vez más hacia el mar. El sensor Han se abrió pasó hasta la proa y de dirigió a todos usando un megáfono.

—¡Escuchen todos! Ahora navegaremos hacia el lugar del examen de supervivencia. Será un viaje de unas doce horas, en cuanto se les notifique, suban a esta misma cubierta para establecer las reglas y condiciones de aprobación. En la cubierta de abajo están los dormitorios para las chicas y una más abajo de los chicos. Descansen y prepárense porque no será nada fácil.

Entre murmullos y comentarios en voz baja, los equipos se retiraron.

—¿No van a servir comida? —escuché decir a Chōan—. ¿Qué clase de crucero es este?

—No es un crucero —le dijo Inoha—. Es un examen.

Nos acercamos para saludar. Inoha me sonrió, hizo un gesto lindo para saludarme y me puse un poco nervioso.

—¿No bajarán a descansar? —preguntó Hiroko.

—No tengo sueño, tengo hambre —replicó Chōan.

—Queremos discutir estrategia —dijo Shikaro—. Estoy trazando un plan.

—¿Basado en qué? —preguntó Haruki—. No sabemos nada del lugar, las reglas o de los otros equipos salvo los de nuestra aldea.

—Por eso necesito tiempo para pensar, así que no me interrumpan.

Shikaro junto sus palmas y cerró los ojos.

—No la odien —dijo Inoha—. Se estresa en este tipo de situaciones. Queremos ayudarla consiguiendo un poco de información, pero no sé si algún ninja notará mi Jutsu de Transferencia de mente. Puede causar problemas aquí a bordo.

—Me iré a dormir —Shikaro alzó la voz—. Creo que tengo un plan así que meditaré. Hasta mañana.

—Tal vez sea lo mejor —dije—. Dormir y esperar a mañana.

—Entonces ven conmigo, bobo —dijo Shikaro.

—Sí, claro. ¿Ustedes vienen?

—Sí estoy cansado —dijo Haruki.

—En realidad —Inoha detuvo a Haruki con un golpe en el estómago—, los cuatro tenemos algo que hacer antes de dormir. Ustedes vayan primero.

Sus expresiones y forma de hablar me dijeron que mentía, Shizu tenía razón sobre los detalles que podía notar el Sharingan. Sin embargo, ignoraba la razón por la que lo hacía y tampoco parecía tan importante, lo único que pensé en ese momento fue que estar a solas con Shikaro era muy incómodo para mí.

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