Comienza el tercer exámen. Un torneo shinobi

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El ninja corrió por la superficie del agua tan rápido como podía. El señor de Jiro lo había enviado con un mensaje de advertencia y socorro para el señor del País del Té, pero por muy cerca que estuviera la isla del continente, la distancia era muy grande para una persona a pie.

—«¿A dónde vas tan a prisa?»

La voz sorprendió al ninja, parecía que el mar le estaba hablando. Sacó un kunai y se puso en guardia.

—«No creas que te dejaremos entregar ese mensaje» —dijo aquella voz misteriosa, era de una mujer—. «Las otras naciones no pueden enterarse de la existencia del País del Dragón».

De pronto, el agua donde estaba parado el shinobi de Jiro se congeló, atrapando sus pies. Un susurro inteligible pasó fugazmente por su oído, niebla misteriosa cubrió la visión de aquel incauto.

—¿Qué es esto? —dijo temeroso—. ¡Sáquenme de aquí! No entregaré ningún mensaje. Déjame vivir.

Para probar su punto, arrojó el pergamino al mar e imploró por su vida. Desgraciadamente, una de sus perseguidoras era una chica sin compasión. Ella desenvainó su espada, su Jutsu de Ocultarse en la Neblina ahogó todo el sonido.

—Arte Ninja —susurró—: Asesinato Silencioso.

El shinobi pereció sin sonido, sin dolor. El hielo bajo sus pies se derritió en un instante y el mar reclamó su cuerpo. Cerca de ahí, Ayame limpió su espada y la guardó en su vaina. Eitsuko, su compañera, se acercó.

—Está hecho —dijo—. Era el último mensajero.

Ayame asintió.

—Comparado con esto, los exámenes chunnin parecerán un juego de niños.

—Todavía nos queda una semana —comentó Eitsuko—. Me caería bien un poco de entrenamiento extra.

—Regresemos entonces —Ayame echó a andar hacia el barco—. Lord Mizukage querrá saber de nuestro progreso.

***

Cinco días antes de los exámenes chunnin, Kaede y Taiyō pasaban por la aldea de la Hoja. Los hermanos prefirieron regresar a casa durante el mes de espera y luego ir a apoyar a Akio durante el evento. Las heridas de ambos fueron algo severas, pero ya casi se habían recuperado por completo.

—¿Crees que sea bueno que nuestros amigos se quedaran en Kirigakure? —preguntó Kaede—. Me preocupa.

—Taiki y Osamu saben comportarse, Shikaro no se mete con nadie y Shizu... —Taiyō sintió un poco de amargura—. En fin, nuestro hermano sabe defenderse. Sólo me preocupa Sai por lo infantil y enérgico que es.

Kaede rio.

—Me cae bien. Es el único decente de su equipo y con sentido del honor y respeto.

Taiyō le contó cuando Sai discutió con Ranmaru por haber usado las Puertas Internas contra ella, según Sai, su sensei Aya les había prohibido usar dicho jutsu en los exámenes chunnin por considerarlo muy peligroso para otros y para ellos mismos. Mientras estuvo internada en el hospital de la Niebla, Sai la fue a visitar y le llevó flores y un peluche de oso que decía: "Recupérate pronto". Fue un gesto muy lindo de su parte.

—No sé, tengo una sensación extraña desde que llegamos ahí —confesó Kaede—. Lo atribuí a que me sentía nerviosa durante el examen, pero no ha desaparecido desde entonces. Por alguna razón creo que nuestros amigos están en peligro.

—Bueno, menos el Señorito Miedoso.

Kaede frunció el ceño a su hermano. Jurō Uzumaki se había negado a quedarse en la Aldea Oculta entre la Niebla y afirmó que iba a renunciar a ser un ninja. Durante todo el mes quiso hacer una cita con la Hokage para presentar dicha solicitud, pero Sarada no lo recibió.

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⏰ Última actualización: Sep 22 ⏰

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