En el segundo día del examen, el equipo siete no había tenido mucha suerte. No encontraron otro equipo en kilómetros y ya habían recorrido casi toda la isla donde estaban. Jurō consideró que lo mejor sería cambiar de isla, pero caminar de una a otra le parecía contraproducente, les dejaba demasiado expuestos a un ataque y la distancia era grande a pesar de ser un archipiélago.
—Kai, Kaede, paremos en aquel claro —dijo Jurō.
Sus compañeras hicieron lo indicado, los tres se aseguraron que no había nadie cerca y hablaron.
—Tengo el presentimiento que si hay alguien aquí todavía, está bien oculto —explicó Jurō—. Quiero que nos movamos de la isla, pero hacerlo supondría muchos problemas.
—Creo que entiendo a qué te refieres —dijo Kai—. Podríamos usar la táctica de distracción: multitud.
—No, llama mucho la atención —dijo Kaede—. Lo mejor será hacerlo de manera sigilosa.
Jurō no podía pensar en un plan, se sentía extrañamente incómodo, como si lo observarán...
—«¡Jurō!»
Kurama conformó sus sospechas un segundo antes de que reaccionara. Puso sus dedos índice y corazón perpendiculares y gritó:
—¡Jutsu clones de sombra!
Tres Jurōs aparecieron y protegieron al equipo siete de los shuriken que volaron hacia ellos, estos desaparecieron al recibir el impacto. Tres ninja de uniforme y bandas de regulación rojas y chalecos color arena salieron de la tierra.
—¡Son shinobi de Iwa! —exclamó Kaede—. Tengan cuidado.
¿Cuidado? Jurō no conocía la definición de esa palabra en una batalla, siempre salía victorioso sin importar nada. Creó más clones de sombra y se abalanzó sobre el enemigo. Kaede dejó salir un suspiro de frustración y atacó junto a él. Kai se quedaba atrás como refuerzo y ataque a distancia.
—Estilo de fuego: Jutsu flor del fénix —gritó Kaede.
Múltiples bolas de fuego fueron disparadas hacia los ninja enemigos.
—¡Estilo de tierra: barrera de roca!
Una pared surgió del suelo y protegió a los shinobi de Iwa del fuego. Pero Jurō ya lo había previsto, tenía un clon de sombra detrás, haciendo girar chakra en su mano. Kurama fue quien le había dado este consejo, explicó que durante muchos años Naruto usaba la técnica de esta manera para compensar su incapacidad de girar y dar forma al chakra al mismo tiempo. Jurō lo intentó y logró dominar el Rasengan en mes y medio.
Saltó en dirección al muro de roca y lo golpeó con la bola de chakra.
—¡Rasengan!
La rápida rotación del chakra hizo que la roca se destruyera rápidamente. Jurō atravesó la barrera y apuntó al oponente más cercano, los ninjas de la Roca no se esperaban que un chico de catorce años rompiera su barrera así de fácil, pero su sorpresa fue aún mayor cuando la sección izquierda se resquebrajó de forma violenta y Kaede saltara hacia ellos con el puño al aire.
—¿Esa niña destruyó el muro sólo con su puño? —exclamó uno de ellos.
No fueron rivales para su velocidad. Jurō acertó al de en medio y lo mandó volando varios metros sobre la arena. Kaede casi acertó a su rival con el jutsu de fuerza, este se las arregló para esquivarla y alejarse. Kaede sonrió y realizó unos sellos de mano de manera imperceptible.
—¡Estilo de agua: Olas furiosas!
Kaede liberó una potente corriente de agua sobre la arena, esta sólo llegó a mojar los pies de los ninja de la Roca antes de filtrarse en el suelo.
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Shinobi Gaiden
FanfictionHan pasado casi 100 años desde la conclusión de la Cuarta Guerra Mundial Shinobi y la derrota definitiva de Madara Uchiha; casi un siglo desde la última batalla entre Naruto Uzumaki y Sasuke Uchiha. Desde entonces, el mundo de los ninja ha vivido en...