Capítulo 16

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Por mi cabeza cruzaban pensamientos sobre cómo podía vengarme de Adonis. Hay que reconocer que era mucho más difícil de lo que pensaba, porque siempre tenía la mirada puesta en mí. Menos mal que Sophia estaba aquí; su ayuda sería muy valiosa a punto y le hizo un gesto para que se acercara y vino con una enorme sonrisa.
- Hola, amiga. ¡Todavía no puedo creer que estés aquí y puedo verte cuando quiera!- sonrió.
- Estas loca, pero te sigo queriendo. De todos modos, te he llamado porque necesito tu ayuda. Adonis esta a propósito...- empecé a decir.
- ¿Entrenanod a propósito de una forma que te hace sentir calor por todo el cuerpo y tener un deseo irrefrenable por el?- pregunto Sophia.
Y quedé con la boca abierta por segunda vez en el día, y Sophia se rio antes de cerrarmela.
- No olvides que yo también tengo un compañero y que todos los hombres son iguales. Quieren provocarte.- Sophia puso los ojos en blanco.
- ¿Cómo te vengaste de Luke?- pregunté, desesperada por cualquier idea.
- Simple, nada de sexo durante dos días. Por supuesto, después de eso Luke no ha vuelto a hacer nada parecido. Priva a un licántropo del sexo con su compañera y hará absolutamente cualquier cosa para conseguirlo. El sexo con su compañera es algo sin que los licántropos no pueden vivir.- explico Sophia.
- Um... es bueno saberlo, supongo. Pero aún no me he acostado con Adonis, así que eso no me ayuda nada.- suspiré.
- ¿Qué?- grito Sophia.
La mire sorprendida, y ella bajo la voz antes de responder:
- ¿Aún no te has acostado con el rey? ¿Cómo es posible?
- Eh... ¿porque ninguno de los dos está preparado?- la mire con confusión.
- Venga, porfavor, Adilah. Ambas sabemos que él está más que listo. Tú eres el problema.- Sophia arqueo las cejas.
¿Por qué me sentí atacada personalmente? ¿Estaba tratando Sophia de decirme algo?
- ¿Como hemos llegado a este tema? No estoy preparada para consumar nuestra relación. Y sigo sin tener una forma de vengarme de él.- hice un mohín.
- Anímate, tal vez puedas burlarte de él con la idea del sexo.- sugirió Sophia.
Parecía que era buena idea hasta que mire a Adonis y mis ojos viajaron hasta sus sensualidad labios. 《Si, tengo la sensación de que vengarme sería una tortura mayor para mi que para él》. - Ya se te ocurrirá algo.- sonrió Sophia. Adonis nos hizo practicar a todos el movimiento que había demostrado tantas veces. Me emparejaron con Sophia, lo que me pareció bien. El problema era que sentía la mirada de Adonis sobre mí todo el tiempo. Tenía muchas ganas de girarme y admirar su cautivadores ojos, pero no quería darle esa satisfacción. Una vez que Adonis estuvo satisfecho con la sesión de práctica, anunció:
- Bien, ahora quiero que todos los licántropos avanzados vayan a recoger esas jabalinas y lanzas de allí. Los demás licántropos, deberán tomar asiento.
- Genial, nuestro rey nos enseña a la forma antigua. ¿Por qué no podemos usar armas como otras manadas?- se quejó un licántropo.
Adonis soltó un gruñido grave que nos paralizó a todos. Los pelos de la nuca se me erizaron al ver a Adonis dirigirse hacia el licántropo. Tanto Luke como Sophia me miraron preocupados. Temían que Adonis perdiera los nervios.
- ¿Y si tus armas se quedan sin balas? ¿No quieres aprender otra opción de lucha por si acaso? Te olvidas de que tu rey es viejo, así que aprender técnicas antiguas es un hecho. Entreno a mi gente para que mis licántropos sean fuertes, y para que también lo sean en su forma humana. Un arma es inútil cuando no tiene balas. No subestimes mi entrenamiento. Tu castigo es correr alrededor de este campo treinta veces. Sin parar.- Adonis reprendio al licántropo macho.
Luke y Sophia dejaron a escaparon suspiro de alivio cuando Adonis apartó su mirada del licántropo y se alejó. El licántropo suspiró y comenzó a dar partes por el campo. La próxima vez se lo pensaría dos veces antes de decir algo tan estúpido. Adonis me miró y vi que sus hombros se relajaban. Vaya, no se ve que yo fuera de tanta ayuda para él. Una sensación de calidez me embargó por dentro.
- Principiantes, por favor, sentaos y observad a los demás.- dijo Adonis después de ese fiasco-. No quiero que os hagáis daño ni se lo hagáis a nadie.
Juro que me miró cuando dijo eso. Suspirando, estaba a punto de acercarme a unos asientos cuando sentí una brisa bajo mi camiseta. Mire hacia abajo y vi que tenía el top levantado. Cuando mire a mi lado, casi se me escapó la risa.
Algún idiota estaba sujetando su lanza al revés y la punta afilada había logrado meterse debajo de mi camiseta. En serio, este tipo estaba pidiendo la muerte a gritos. Se Adonis se enteraba, claro. Estaba a punto de tocar el idiota en el hombro cuando empezó a alejarse. Mi top comenzó a rascarse y lo observé con horror punto ahora tenía un gran desgarro en un lateral de la camiseta. Hijo de puta, a este idiota habría que dar una patada en los juegos o en cualquier otro sitio para que entraran en razón. No había nadie que le haya explicado cómo sostener una danza punto no soy experta pero estoy bastante segura de que no se sostiene con la parte puntiaguda lejos de uno. Mirada se dirigió inmediatamente a dones, estaba hablando con look. Gracias a Dios, no lo había visto punto de repente me vino una idea a la cabeza y sonríe. La venganza es un dulce.
Sin que me viera, me senté en un asiento y me giré para que el único lado visible fuera el bueno, donde la parte superior no se ve rascado. Inició una conversación con la gente que me rodeaba para que pareciera que me sentaba así para hablar con la gente por suerte todo el mundo fue muy amable y me trató como una persona normal, y no como una reina. Todas se mostraron respetuosos y no me hicieron preguntas sobre mi relación con Adonis, sino sobre mi vida anterior. Adonis y los demás siguieron con sus lanzamientos mientras yo charlaba y no dejaba de mirar si Adonis me veía. Por desgracia eso significaba que no podía mirar los impresionantes músculos de los brazos de Adonis, toda una decepción, pero no importaba. Tendría otra oportunidad.
- Bien, ahora es tu turno. Forma pareja con uno de los licántropos avanzados. Yo estaré supervisando.- Adonis interrumpió mi charla.
Sophia me hizo un gesto para que me acercara y me apresuré a hacerlo. Se quedó con la boca abierta cuando me vio.
- ¿Quién ha hecho eso?- pregunto.
- Algún idiota.- respondí.
- Tenemos que ponerte otra camiseta antes de que Dimitri lo vea y se vuelva loco.- dijo Sophia con los ojos muy abiertos.
- Bueno, la cosa es que no lo voy a hacer. Tengo un sujetador deportivo debajo. No es un gran problema.- me encogí de hombros.
A juzgar por la reacción de Sophia, claramente lo era. No soy estúpida; sabía que Adonis reaccionaria a mil revoluciones, y eso era precisamente lo que buscaba. Sin importarme, me arranque el resto de la camiseta y la tiré a un lado. Los ojos de Sophia se abrieron aún más y miró frenéticamente a su alrededor.
- Cálmate y ayúdame. - dije con gesto de fastidio.
- Vas ha hacer que se vuelva loco.- suspiró mientras me miraba.
- ¿Que puedo decir? Me viene de familia.- sonreí.
Sophia me ayudó a sujetar la lanza, y los pocos minutos ya la dominaba. Después de lanzarla, un escalofrío me recorrió la columnay se escucho un gruñido.
- ¿Que coño llevas puesto?- la voz profunda de Adonis me hizo temblar.
Sophia me miró preocupada y se apartó. Mierda, ¿Adonis daba tanto miedo? Me di la vuelta para verle mirándome fijamente. Sus ojos cambiaron, estaba luchando por mantener el control.
- Se me ha roto la camiseta.- dije, señalando el trozo de tela.
- ¿Así que decides entrenar así?- pregunto, respirando cada vez más fuerte.
- Si, tampoco estoy desnuda, ¿vale? Llevo un sujetador deportivo.- puse los ojos en blanco.
- También podrías estar desnuda.- murmuró en voz baja.
- Venga, estas exagerando. Por favor, vete y dejame entrenar.- sonreí con dulzura.
Adonis volvió a gruñir y vi que todos retrocedían. Su mirada acalorada sobre mi cuerpo me hizo sentir algo muy fuerte. Deseo. Creo que Adonis lo olió, porque se quitó su camisa y la puso sobre mi cuerpo. Joder, tener un cuerpo como el suyo debería ser ilegal. Esta vez estoy bastante segura de que mis ojos estaban muy abiertos. Sin perder un segundo, Adonis me levantó y me echó al hombro.
- El entrenamiento se cancela.- grito Adonis mientras se alejaba conmigo.
- ¿Qué crees que estás haciendo? ¡Bajame ahora mismo! No soy una muñeca.- grite.
En lugar de una respuesta, recibí una bofetada en el culo.
- ¿Que coño?- gruñi.
- Sigue hablando, pequeña, y seguiré azotandote el culo hasta que esté rojo brillante con la huella de mi mano marcada en el.- gruño Adonis.
Eso me hizo callar. Ya no había forma de que me diera una palmada en el culo. Aunque la idea no me repugnaba tanto como pensé que lo haría. ¡Oh, oh! Me estaba transformando. Bajé la mirada hasta el culo de Adonis. 《Vaya, tiene un buen culo. ¡Mierda, deja de pensar en el culo de Adonis!》. Esto no era nada bueno. Adonis paso por delante de todos mientras subía las escaleras. ¿Que iba ha hacer?
Reconocí su planta y su habitacion. No me deposito con suavidad sino que me arrojó a la cama. Mi boca se abrió para gritarle, pero se cerró al verle los ojos. Estaban llenos de deseo.
- Casi pierdo el control ahí fuera, y no por la ira. Casi me haces perder el control después de oler tu deseo.- Adonis se pasó las manos por el pelo.
Vaya, cuanto me excitaba eso. Sentí un cosquilleo en todo el cuerpo al oírle admitirlo. Sus ojos se oscurecieron aún más y su mirada de frustración fue sustituida por una mirada de determinación.
- Ahora que he olido tu deseo, quiero más. Dsta vez quiero probarlo.- sonrió.
Me trague el nudo que tenía en la garganta. Tenía la sensación de que una sola prueba no sería suficiente para él.

Reina de los licántroposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora