Cuestión de Tiempo 𖦹 Michaeng

Capítulo 18

Mina

—Te volví a ganar.

—Vaya mierda de juego.

—¿Jugamos otra vez? —dijo Chaeyoung riendo.

—¿Otra vez? No, ya me he aburrido. Vamos afuera a jugar con la nieve.

—¿Qué tenemos, seis años?

—Vamos afuera, anoche me prometiste que iríamos a jugar, así que ahora Son vamos a ir arriba por los abrigos y después vamos a jugar con la nieve.

Fuimos por los abrigos y las bufandas, Chaeyoung estuvo todo el rato quejándose pero al final fuimos a la parte de detrás del motel donde había un montón de nieve acumulada de la noche anterior.

—Me puedes explicar otra vez porque estamos aquí afuera pasando frío cuando podríamos estar perfectamente en la habitación con la calefacción puesta —preguntó frotándose las manos.

—Porque es divertido jugar con la nieve —dije ilusionada.

—Ajá.

—¡Uyy! Que aburrida eres, en Seoul casi nunca nieva, aprovecha ahora.

—No soy aburrida.

—¿No? Seguro que si subimos a la habitación te pondrás a leer y a mí me dejarás sola y estarás sin hablarme lo que queda de tarde.

—Leer no es aburrido.

—No, pero es más divertido jugar con la nieve —dije intentando convencerla. Rodó los ojos—. ¿Sabes? Haz lo que quieras, vete pero yo me quedo aquí —se giró y empezó a andar pero a mitad de camino volvió hacia donde yo estaba amontonando nieve para hacer un muñeco—. ¿Tú no te ibas?

—Sí pero has hecho que me sienta mal con lo que has dicho y he vuelto.

—Anda, si tienes sentimientos.

—Ja. Ja. Ja. Que graciosa eres —dijo irónica—. ¿Qué haces? —dijo mirando a la bola que había construido en el suelo.

—Un muñeco de nieve, ¿es que no lo ves?

—¿Eso es un muñeco? —dijo riendo.

—Sí, ¿me ayudas? —dije haciendo la parte de la cabeza del muñeco.

—No, ni que fuera esto Frozen —se sentó en la nieve.

Noté como me observaba hacer el intento de muñeco.

— Y ya está —dije poniendo dos piedras como ojos. Chaeyoung se levantó, poniéndose a mi lado y miró al muñeco con cara de no saber lo que estaba viendo.

—Vaya mierda, eso no parece un muñeco —dijo riendo.

—No parece un muñeco porque le faltan cosas —dije mirándola—. Déjame tu gorro —fui a quitárselo y dio un paso al lado.

—¿Qué? ¿Para que? —preguntó llevándose las manos a la cabeza para que no pudiera quitárselo.

—Para ponérselo a mi muñeco.

—No.

—Anda, colabora con la creación —dije haciéndole un puchero.

—Que no... —me acerqué a ella y lentamente le quité el gorro de su cabeza.

—Gracias —le di un golpecito en la nariz y le puse el gorro al muñeco—. Ves, perfecto —saqué el móvil del bolsillo de mi abrigo y le hice una foto. Noté como se ponía detrás mío.

—No te ofendas pero que muñeco más feo —giré un poco la cara para mirarla.

—Fea tú.

—¿Lo puedo destrozar?