Capítulo 5

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Chaeyoung

Mis clases habían transcurrido con normalidad, otro día aburrido aquí en este gran instituto.

Era la hora del almuerzo, mientras Dahyun se sentaba en una de las mesas yo iba a comprarme algo para comer. Hoy me desperté tarde y no me dio tiempo a prepararme nada.

—Hola, Yang —le dije a la señora de la cafetería—. Dame un zumo de mango y un trozo de torta de chocolate, por favor.

—En seguida, cariño —me lo acercó.

—Gracias, ¿cuánto es?

—Cinco dólares —le di el dinero y me fui con Dahyun a la mesa.

—Me cae bien Yang —le dije a mi amiga—. Tiene que aguantar a todos estos payasos y aún así es muy amable con todo el mundo.

—Si es verdad... Oye, ¿y tú por qué estás de tan buen humor? —preguntó sonriendo.

—¡¿Yo?! No estoy de buen humor, solo que hoy no estoy enfadada, que es muy diferente —ambas reímos.

Noté como algo frío recorría mi espalda.

Me giré y ahí estaba Myoui, con una botella de refresco vacía. Vi como estaba riendo triunfante. Notaba como el "buen humor" del que hablaba Dahyun desaparecía por momentos.

—¡¿Qué te pasa, loca?!

—Para que aprendas a respetar a la gente.

¿De qué respeto habla?

—¿De qué hablas? —dije confundida.

—Sabes muy bien de lo que hablo.

—No sé de que carajo estás hablando, ¿pero sabes que? Si necesitas motivos para hacerme algo aquí tengo unos cuantos muy dulces.

Cogí la tarta que me acababa de comprar y se la estampé a Myoui por la cara. Después me limpié la mano en su camiseta.

—No acabas de hacer eso —dijo quitándose chocolate de la cara.

—¡Opps! —dije haciéndome la inocente, sabía que eso le pondría furiosa.

Vi como cogía el plato de cereales con leche de Dahyun y me lo vaciaba en la cabeza.

Se quedó a centímetros de mí, vi como se relamía el labio inferior donde aún tenía algo de chocolate.

Tragué saliva.

—Ves, yo también tengo motivos dulces —me dio una sonrisa maliciosa.

—¿Se puede saber que te he hecho?

—Uno, meterte con mi amiga y dos, existir —dijo aún cerca de mí.

Lo próximo que sé es que empezó una batalla campal de comida en medio de la cafetería, las paredes estaban manchadas y no había un alumno que no tuviera comida en su ropa.
Yo sólo me centraba en Myoui. Al igual que ella en mí.

Ambas estábamos cubiertas de comida de pies a cabeza.

Se resbaló debido a la comida que había en el suelo, me quedé mirándola desde arriba. Yo sabía lo que iba a pasar y ella también lo sabía. Se cubrió la cara con las manos mientras yo me puse de rodillas al lado de ella para que la distancia de la botella a su cara fuera menor.

—Consejo de belleza, el zumo de piña va bien para el cuidado del pelo —le vacié la cajita de zumo mientras ella se quejaba.

Cuando ya no quedaba más zumo en su cara, jaló mi camiseta y me dejó cerca de ella.

Cuestión de Tiempo 𖦹 MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora