Capítulo 54

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Mina

Chaeyoung es lo mejor que me ha podido pasar. La quiero tanto, cada beso, cada gesto, cada caricia, cada palabra que me da hace que me sienta especial.

Todo iba bien hasta que empecé a pensar, ¿por qué tuve que pensar? ¿Por qué no solo sentí? No sé por qué mi estúpida cabeza tuvo que acordarse de la última vez que estuve con ella, lo que me hizo recordar porque le pedí que se quedara conmigo. Me acordé de las tantas veces que Joshua me obligó a acostarme con él, y cuando Chaeyoung me dijo que no me haría daño eso ya fue la gota que colmó el vaso, ese hijo de puta siempre me decía que no me iba a hacer daño, que no me iba a hacer nada.

Sé que Chaeyoung nunca me obligaría a nada pero mi cuerpo reaccionó así, yo no pido tener esos ataques de pánico.

—Por favor, Mina, sal —escuché detrás de la puerta—. Por favor. Me estoy preocupando.

Yo seguía intentando que mi respiración volviera a la normalidad e intentaba que los demonios se fueran de mi cabeza.

—Mina, mi amor, abre... Déjame entrar —me levanté del retrete y quité el cerrojo, me senté en el suelo apoyada en la mampara de la ducha—. Minari... —se sentó a mi lado—. ¿Qué te...

—Vas a dejarme —mi dificultad para respirar se intensificó cuando empecé a llorar.

—No amor, claro que no. Deja de pensar estupideces —la vi acercarse a mí pero se frenó—. ¿Puedo abrazarte? —no contesté.

—Vas a dejarme —volví a repetir, me abrazó.

—Escúchame bien —se separó un poco de mí—. No voy a dejarte, sé que este no es el sitio más especial para decirte esto —dijo mirando el baño—, pero qué importa, te lo diré igual... Te prometo, te juro que nunca, nunca, nunca, te lo repito otra vez por si no me escuchaste, nunca voy a dejarte. ¿Me entiendes? —volvió a pegarme contra ella y me abrazó, mi respiración era algo agitada y seguía llorando.

—Pero íbamos a hacer... El amor... y yo...

—No me importa, habrá más oportunidades, yo lo único que quiero es que tú estés bien —se levantó después de tenerme abrazada—. Vamos, afuera estaremos mejor —deshizo mi cama para que me metiera dentro mientras yo me ponía el pijama—. ¿Ya estas mejor? —preguntó, me metí en la cama.

—Sí... yo... Lo siento, Chaeyoung. Todo esto ha sido culpa mía. He arruinado la noche.

Estúpida. Tenías que pensar.

—No, amor, no has arruinado nada —dijo sentándose en el borde de mi cama—. ¿Sabes que puedes confiar en mí, no? —asentí—. Puedes contarme porque te pusiste así, si quieres.

—Prefiero no hablar de ello —dije avergonzada—. Por lo menos no ahora mismo.

—Vale, cuando estés lista —abrí el cajón de la mesita y me tomé las pastillas, Chaeyoung me miró extrañada.

—Son para dormir —dije.

—Te las tomas todas las noches. ¿Por qué?

—Tengo insomnio.

Ella sabía que tenía pesadillas aunque ahora no eran tan terribles como las del principio, donde me levantaba chillando y llorando. Me seguía desvelando algunas noches, ella no sospechaba nada sobre la razón de las pesadillas, algún día se lo contaría pero por el momento no.

—Intenta dormir —me dio un beso en la frente y fue a cambiarse de ropa, la vi cómo se ponía el pijama.

—Mi amor —la llamé y se giró hacia mí—. ¿Puedes dormir conmigo esta noche, por fa? —pedí.

Cuestión de Tiempo 𖦹 MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora