Capítulo 68 || Final 3/4

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Mina

Estaba deseando que Chaeyoung pusiera un pie en casa, que viniera a trabajar y decirle...

¡Ouh! Ahí estaba, bajé el fuego y salí de la cocina para recibirla.

—Hola, mi amor —le di un beso en los labios que no fue del todo correspondido—. ¿Qué te...?

—Hola —dijo seria, caminamos hacia el salón.

—La cena está casi lista —le informé.

—No tengo hambre. Me ducharé y después me iré a dormir.

—Pero la cena...

—No tengo hambre, Mina, ¿no entiendes? No quiero comer —subió las escaleras enfadada y me dejó sola en el salón.

Fui a la cocina para terminar de hacer la cena.

Escuché como Chaeyoung salía del baño y daba un portazo, podía escuchar como maldecía desde el piso de arriba.

—Has tocado mis cosas —me sobresalté al escuchar su voz en la cocina.

—No, amor, yo no he tocado nada —utilicé un tono serio debido a la forma en que ella estaba hablándome—. Lo habrás dejado en otro sitio.

—No, estaba en mi escritorio y ahora ya no está, la única cosa que te pido es que mi escritorio no lo toques y ni caso me haces.

—No me hables así, y por última vez, yo no he tocado tus cosas —salió de la cocina volviendo a maldecir.

Acabé de cocinar y me senté en el amplio comedor yo sola, ni siquiera encendí la televisión, no tenia humor para ello. La discusión con Chaeyoung me había dejado triste, muy triste.

Estaba terminando de cenar cuando escuché que Chaeyoung entró al salón, la ignoré hasta que se acercó por detrás de mi silla.

—Mi amor —dijo suave, intenté ignorarla de nuevo—. Perdóname, no quería hablarte así —bebí agua no haciéndole caso. En ese momento Chaeyoung apoyó su barbilla en mi hombro además de pasar su mano por mi abdomen para abrazarme, no pude más que sonreír por donde estaba su mano, justo hoy no podía enfadarme con ella—. Mi amor, lo siento —dejó un beso en mi mejilla.

—¿Has encontrado el pendrive? —pregunté dejando mi mano sobre la suya.

—Sí, estaba conectado en el ordenador. Lo siento por cómo te he hablado.

—Ves como no había tocado nada —se sentó a mi lado.

—Lo sé, lo siento —se disculpó de nuevo.

—A ver, ¿por qué estas tan enfadada hoy? ¿Qué pasó?

—Voy a poner algo de cenar y te cuento —me iba a levantar para servirle la cena—. Tranquila, amor, voy yo. ¿Quieres que te traiga el postre? —asentí y a los pocos minutos volvió con su plato y una manzana.

—¿No era que no tenías hambre? —pregunté mirando la cantidad de comida que había en el plato.

—Ya pero es que esto esta muy bueno —dijo riendo sentándose en su sitio.

¡Sorpresa! Mis dotes culinarios sí mejoraron con el paso de los años.

—Bueno... Cuéntame por que estabas así.

—El día en el trabajo fue una mierda, estoy tan harta —dijo—. A veces te juro que me dan ganas de renunciar y...

—¿Qué paso?

—Que va pasar, el estúpido de Roger estuvo allí.

—¿Qué hacia allí?

—Lo de siempre, intentar llevarse a las modelos a la cama, es lo único que sabe hacer porque de dirigir una agencia nada, ni idea tiene. Se cree que puede hacer lo que le da la gana porque su madre le dejó la mitad de la empresa... Se le olvida que es mi socio, piensa que es el dueño de todo y lo único que hace es molestar y entorpecer el trabajo.

Cuestión de Tiempo 𖦹 MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora