Capítulo veintitrés

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Luego de ese primer día en la casa de la familia Suppasit para Gulf el tiempo pasó bastante lento pues aunque en las horas del día estaba totalmente ocupado entre atender a Tong y los demás trabajos domésticos, su mente no cesó de pensar y dar vueltas y más vueltas a lo que esperaba.

Su única vía de escape, siguió siendo escribir sus sentimientos en papel, hábito que llevaba tiempo sin realizar.

Pasados varios días desde su llegada, seguía emocionado de reencontrarse con el arquitecto pero la decepción se hizo paso inevitablemente pues a pesar de que había aceptado el quedarse a pesar de las consecuencias que eso tendría, en el fondo había tenido esperanzas de obtener a escondidas algo de atención del arquitecto.

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Mew,

Mis lágrimas brotan sin cesar de mis ojos, por volver a verte y tenerte cerca, sin embargo no siempre lo hacen de emoción, ya que la mayoría del tiempo es de tristeza ....dolor por no poder tocarte y besarte como quisiera, ahora que he descubierto que me amas como yo a ti.

Te has convertido en mi todo y eso hace que me duela el corazón, ya que debo confirmarme con verte de lejos, siendo feliz con otra persona, sonriéndole a ella y dándole ese calor de tu cuerpo que siempre extrañe tener....

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No podía entender que para el arquitecto fuera tan fácil el disimular pues él debía hacer verdaderos esfuerzos para no saltarle encima y buscar esos besos y ese encuentro sexual que deseaba con locura.

Por ello, se sentía doblemente mal consigo mismo y también con la vida pues seguía creyendo que era injusto haberlos hecho reencontrarse y que Mew tuviera esposa con la que desahogar su deseo y fustracción y él tener que estar allí, a pocos metros de ellos.

Sabía que estaba siendo egoísta por pensar que el arquitecto había conseguido ser feliz con otra persona y él había mantenido su virginidad intacta pues ni el estar con Nonkul y Mario, habían quebrantado tanto su fidelidad al recuerdo de Mew como su amor a este.

De repente se sintió un tonto por nunca haberle abierto su corazón a otro hombre, a pesar de que había tenido más oportunidades y haber hecho su vida en pareja también.

Pero ya no había remedio y entre tanto cada vez se sentía más mezquino por esperar la muerte de Mai a espaldas del arquitecto y los demás miembros de la familia, incluso de su propia hija, a la cual creía ignorante de ese tema.

Lo cierto es que le chocó un poco que Mae no se opusiera a quedarse sin obtener explicación alguna, más que la que él le había dicho tras pensar algo rápido.

Gulf le aseguró que lo había pensado mejor y que ciertamente no iba a encontrar algo que superase ese trabajo, ya que tenían comida y techo, además de un cuantioso sueldo.

La chica no soltó prenda de lo que Mai le dijo pues no sabía ciertamente hasta que punto su padre sabía de los planes de la mujer y por eso se limitó a asentir y encogerse de hombros.

Mew y Gulf apenas cruzaban más de diez palabras diarias y no por falta de ganas, sino porque a pesar de todo ambos querían cumplir con su parte del trato, aunque si había furtivas e intensas miradas.

Mew y Gulf apenas cruzaban más de diez palabras diarias y no por falta de ganas, sino porque a pesar de todo ambos querían cumplir con su parte del trato, aunque si había furtivas e intensas miradas

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35. Primer amor - MewGulf  - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora