Capítulo veintinueve

554 115 7
                                    


Durante el primer mes de la falta de Gulf, en la casa de los Suppasit nunca llegó la normalidad, sin embargo con el paso del tiempo consiguieron tener un equilibrio.

El arquitecto teletrabajaba desde el escritorio de la biblioteca la mayoría del tiempo, saliendo alguna que otra vez de la casona para presentar algún proyecto de construcción en persona a sus clientes o para revisar las obras de los que ya estaban en marcha.

Eso le hizo posible a Mai esconder sus achaques con más facilidad y para controlar sus desequilibrios, se tomaba varios calmantes y dormía mucho.

El arquitecto quiso acompañar a su esposa a las revisiones pero esta siempre le dijo que Tharn la llevaría y así él podía ocuparse de Tong y no dejarlo solo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El arquitecto quiso acompañar a su esposa a las revisiones pero esta siempre le dijo que Tharn la llevaría y así él podía ocuparse de Tong y no dejarlo solo.

Este nunca desconfió a pesar de que finalmente el oncólogo le devolvió la llamada pero como Mai ya no mostró más episodios violentos, no quiso indagar más allá de preguntar por los dolores de cabeza.

El especialista creyéndolo consciente de la gravedad de la situación, alcanzó a decirle que eran normales en su estado y que le darían más calmantes, por lo que Mew se quedó conforme.

Por ello, todo le tomó totalmente de sorpresa cuando una tarde tras terminar de comer, el terrible desenlace estalló.

Luego de haber recogido los platos de la comida e ir a la cocina por unos minutos y meterlos en el lavaplatos, Mew regresó y se encontró a su esposa inconsciente en el suelo del salón.

Lleno de desesperación y miedo, intentó hacerla reaccionar sin éxito y finalmente optó por llamar a una ambulancia.

Tras llegar al hospital, este permaneció cabizbajo y sentado en uno de los asientos de la sala de espera, sin siquiera pensar lo que podía haber ocurrido.

Con pesar, recordó como esta había vuelto a quejarse de un fuerte dolor de cabeza y por ello se había sentado en el sofá, tras ver a sus hijos irse nuevamente a la universidad a sus clases de la tarde.

Ni siquiera había tenido tiempo para dejarles una nota, ni tampoco había cogido su cargador del móvil y este se había quedado sin batería por el camino.

Tenía pensado llamarles desde un teléfono público pero no quiso preocuparles sin motivo, mientras un médico no saliera y le dijera exactamente qué era lo que le ocurría a Mai.

Finalmente, un tiempo después, este vio aparecer al oncólogo que trataba a su mujer, junto con el médico de urgencias.

Ambos no traían muy buen semblante pues lo que tenían para decirle no eran para nada noticias tranquilizadoras y mucho más las que él jamás esperó escuchar.

...-Lo siento mucho señor Suppasit pero el tiempo de descuento para su esposa ya ha comenzado-dijo el doctor tras reconocerlo y acercarse-Tiene que ser fuerte ahora más que nunca y refugiarse en sus hijos.

35. Primer amor - MewGulf  - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora