Gulf Kanawut siempre se sintió distinto a los demás niños pero no lo entendió hasta que cumplidos los quince años, un nuevo alumno llega para terminar la secundaria en su mismo colegio.
Mew -seme
Gulf-uke
El tiempo siguió pasando sin remedio y tras cumplir los veinticinco años, las vidas de Mew y Gulf se veían de muy distinta manera.
Mientras que el recién licenciado arquitecto, estaba agradecido de tener una buena y linda esposa a su lado, que le entendía y apaciguaba el dolor de ver a su hermano inerte y al matrimonio de sus padres hacer aguas, al moreno le tocó vivir nuevos y terribles momentos pues sus amados tíos murieron en un robo en su casa.
Ese fue un durísimo golpe, aunque no fue el único pues tras las investigaciones de la policía, todo apuntó a que Mario y Nonkul estaban implicados.
Este con asombro comprobó que luego de que los agentes irrumpieran en el apartamento que compartían, lo registraran y fueran detenidos, ya que ocultos, encontraron documentos y las joyas pertenecentes a su familia.
Le fue muy difícil y costoso demostrar que no sabía nada del robo y que era totalmente inocente, aunque finalmente y gracias a una linda abogada llamada Janie Tienphosuwan, lo consiguió.
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Gulf se quedó prácticamente con lo puesto, por lo que la letrada le ofreció su casa para vivir, mientras no encontraba un nuevo trabajo del que fue despedido en medio del escándalo.
Estos se hicieron muy amigos en el proceso pues la mujer no solo lo había reconocido de su tiempo en el colegio, sino que pudo comprobar que era un hombre inocente y realmente maravilloso.
En el tiempo que el moreno pasó junto a ella, se contaron confidencias, las cuales nunca creyeron hacerse, ya que en tiempos pasados solo se habían visto de lejos en el patio de la institución pues esta era más mayor.
Hablaron de sus vidas, sus desgracias pero sobre todo del amor, aunque para el moreno fuera inesistente en ese momento, tras lo vivido con la delincuente pareja.
Sin embargo le contó de su primer amor, Mew, del que no sabía nada pero seguía llevando en su corazón a pesar de los años que habían pasado y también de las cartas que todavía conservaba.
Janie por su parte le contó que siempre le había parecido el chico más lindo del colegio pero cuando escuchó los rumores de que era gay, se guardó sus sentimientos por él.
En la actualidad la abogada tenía un novio, un hombre de negocios muy rico, él cual con el tiempo había sabido que estaba casado y aunque todo fue bien a pesar de eso, se complicó cuando esta tiempo después se quedó embarazada y el tipo la dejó pues no quiso hacerse cargo del bebé, ni de ella.
Gulf le aconsejó decirle a su mujer y reclamarle pero la abogada se negó, ya que había dos niños en ese matrimonio y no quería tener en su conciencia la desdicha de haber roto una familia.
Era injusto para su amiga pero el moreno respetó la decisión de ella, aunque no estuvo de acuerdo para nada.
Los meses siguieron pasando y entonces en el octavo mes de embarazo, resultó que Janie se encontró muy mal y en un examen rutinario descubrieron que le había salido un tumor maligno.
Su vida y la del bebé peligraban, así que le practicaron una cesárea de urgencia y mientras la bebé fue a la incubadora, a ella la operaron.
Luego de eso, las expectativas de los médicos siguieron siendo muy malas, por lo que Janie sin ninguna familia cercana a quien dejarle su hija al cargo, se le acabó pidiendo a Gulf.
Temerosa de que su bebé terminará en un orfanato o que el empresario pudiera querer reclamarla y hacerla una niña desdichada, al ser hija fuera del matrimonio, le pidió al moreno declararse el padre de Mae y así tendría todo el derecho para administrar su herencia y criarla de manera buena y amable como sabía que era este.
...- No, no, no ...yo no puedo hacer eso. Apenas sé cuidar de mí mismo, no tengo un buen trabajo y tamp..
-Eres al único que puedo recurrir, Gulf. Mi bebé estará sola en este mundo e irá a parar a un orfanato. Pasará muchas penurias y yo no quiero eso.
-Pero está su padre. Él puede...
-No, Gulf. Eso sería lo peor...No dejes que se la lleve. No quiero que la marginen por ser hija de un desliz de su padre. Seguro le harán la vida imposible. Por favor, ayúdame.
El moreno que se había negado en un principio pues no se veía capaz de cuidar de otro ser humano como había dicho y además no quería aceptar el perder a su amiga, finalmente entendió que era lo mejor.
Para hacerlo todo más creíble y legal, estos se casaron en una rápida ceremonia en el hospital, donde unos meses después, luego de sufrir lo peor por los horribles dolores que ni la morfina pudieron acallar, la abogada murió.
Gulf se encontró entonces de nuevo totalmente devastado y solo, aunque no del todo pues con él tenía un ser débil y dependiente que lo necesitaba.
Días después de que Janie muriera, ante su puerta apareció el empresario preguntando por la bebé y muerto de miedo este le mintió, diciendo que esta había abortado poco después de la ruptura y no había ningún bebé.
Sabía que existía la posibilidad de que el empresario no se quedara conforme y entonces no tardaría en saber la verdad, volviendo probablemente allí de nuevo, así que el moreno agilizó el papeleo de la pequeña y pagó el alquiler del apartamento y la fianza que el casero le pidió.
En los días posteriores, hizo las maletas y se fue de allí, permaneciendo ocultos en un hotel de las afueras, mientras esperaba tener todo lo necesario para poder viajar.
Este pensó qué hacer, hasta que finalmente creyó que debía irse de Phuket para siempre y así él empresario nunca le encontraría.
Barajó para ello varios lugares a los que ir pero todos le daban algo de temor pues no conocería a nadie pero entonces Mild y Bangkok vinieron a su cabeza.
Sabía que su amigo seguía en China y esa era una buena opción para comenzar de nuevo con la ayuda de alguien conocido, aunque también el regresar a su ciudad natal, donde había vivido durante sus primeros años de vida, era otra opción posible.
Decidido, finalmente el moreno llamó a su amigo y le dijo que en breve iría a China para vivir allí, a lo que el recién nombrado ingeniero jefe de una importante empresa de automóviles, le aseguró que en su casa había sitio de sobra y que además le ayudaría a encontrar un trabajo y una guardería para la pequeña.
El moreno compró entonces los billetes de tren en cuanto amaneció y junto con su pequeña hija, emprendió el viaje a esa nueva pero inesperada vida que les esperaba en China.
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