Gulf Kanawut siempre se sintió distinto a los demás niños pero no lo entendió hasta que cumplidos los quince años, un nuevo alumno llega para terminar la secundaria en su mismo colegio.
Mew -seme
Gulf-uke
Los cinco siguientes pararon muy rápido para los demás mortales, sin embargo para Gulf, aunque ya totalmente establecido en Phuket y sin pensar en Bangkok como su hogar, no pudo desvincularse del recuerdo de Mew, el cual mantuvo latente a través de sus cartas.
Estás fueron un total desahogo para el moreno y en ellas fue plasmando sus emociones y estados de ánimo, como si con el guapo delegado mantuviese correspondencia.
Sus padres cada vez fueron más asiduos a visitarle y a pasar varias semanas con él, cosa que el chico había agradecido enormemente pues así no tuvo que regresar para volver a sentir toda la tristeza que había sentido al irse.
Sin embargo, no pudo evitar que el destino le tuviera una mala jugada pues cuando este cumplió sus veinte años, en una de esas visitas programadas, Sam y May tuvieron un fortísimo accidente de camino y perecieron.
Roto de dolor, Gulf y su otra familia viajaron para el velatorio y los funerales, además de arreglar todo el papeleo de la tutela y el testamento pues este todavía no tenía la mayoría legal, los veintuno.
Fue un momento realmente duro para el moreno pues jamás creyó perder a sus padres tan pronto pero además porque sin pretenderlo, volvió a ver a Mild, quién se acercó a él para darle el pésame y pedirle perdón.
Los chicos hablaron un buen rato y fue entonces cuando este supo que Kaownah había sido expulsado definitivamente del colegio, luego de confesar haber robado la imagen de la carta y difundirla.
...-Lo lamentó mucho. Sé que ya te he pedido disculpas pero quería hacerlo en persona. No estuvo bien coger ese trozo de tu intimidad pero tuve curiosidad y solo esperaba que confiaras en mi para contarme ese secreto.
-Oye...de verdad ya no tiene caso pensar en ello. Además ocurrió hace mucho tiempo-dijo finalmente el moreno abrazándose a este-Ya está en el pasado.
Luego de eso, los chicos se sentaron y se contaron sus vidas en un momento que el moreno dejó el velatorio de sus padres y fue a la cafetería para tomarse algo.
Tras unos minutos, estos escucharon una conocida voz.
...-Lo siento mucho, Gulf. Lamento tu pérdida.
Los reencontrados amigos levantaron la vista, encontrándose a Mew, quién los miraba jadeante por venir corriendo.
Mild a continuación hizo el amago de levantarse para que los dos hablaran, aunque enseguida sintió las manos del moreno sobre sus hombros para detenerle.
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-No
-Hey, solo iré a por otro café, ¿De acuerdo?
El moreno asintió con algo de nerviosismo y a continuación vio como su amigo se levantaba y Mew tomaba su lugar.
-Parece que has venido con prisas- habló rompiendo el hielo tras un incómodo silencio.
-Que remedio- aseguró el guapo exdelegado- he huido de casa para venir aquí. Mi padre me lo tenía prohibido pero quería que supieras que lamentó lo de tus padres.
