Capítulo diez

691 135 15
                                    


Diez años después

Mild entró en su casa, donde una vez más escuchó a su esposa gritar furiosa, entonces de sus cansados labios salió un sonoro resoplido de desolación.

...-¡Estoy harta de esa mocosa!, ¡Mira!, ¡Mira como tiene el salón!

-Tranquila, cariño. Ya sabes que Mae lo hace sin malicia- dijo este abrazándola

-No, no...estoy cansada de que defiendas a esa mocosa y a su padre. Llevamos casados más de ocho años y sé que los acogiste para ayudarles pero ya no soporto que sigan aprovechándose de ti. Eres demasiado flexible con ellos.

-Cielo... Gulf es mi amigo y lo aprecio mucho. Además sabes que no ha tenido mucha suerte.

-No son tu responsabilidad, Mild deja de ser tan bueno y diles que se busquen otro sitio para vivir.

-¿Qué? No...no voy a hacer eso, ¿Cómo podría?

Sammy entonces sacó algo del bolsillo y se lo mostró.

-No pienso traer al mundo a mi bebé en medio del caos de esos dos. Decide...ellos o tu hijo y yo.

Tras ver irse a su mujer hacia la cocina, mientras seguía agitando los brazos y maldiciendo, el ingeniero dejó su chaqueta en el colgador y a continuación se dirigió a la habitación de la hija de su amigo, quién estaba sobre su cama con los auriculares.

Tras ver irse a su mujer hacia la cocina, mientras seguía agitando los brazos y maldiciendo, el ingeniero dejó su chaqueta en el colgador y a continuación se dirigió a la habitación de la hija de su amigo, quién estaba sobre su cama con los auricu...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tras sonreír mientras miraba a la pequeña y linda niña, negó con la cabeza y a continuación caminó hacia esta.

-Hey, hola tío- habló Mae sacándose los auriculares de los oídos- ¿ya llegaste del trabajo?

-Si acabo de llegar...oye, ¿y has hecho ya los deberes?

-Buff, todavía no...me pondré con ello más tarde.

-Pequeña, debes hacer los deberes y además recoger tus cosas. Sabes que a la tía le molesta mucho llegar a casa y encontrársela desordenada.

La niña se incorporó y a continuación se abrazó a este con fuerza.

-Eres rico tío, ¿Por qué no consigues más ayuda y ya está?, Además no sé de qué se queja tanto. Mi padre es el que hace la mayoría de las tareas de la casa. Incluso hace un rato lo ha mandado a la otra punta de la cuidad para que le consiga unos dulces que se le han antojado.

El ingeniero soltó otro profundo resoplido.

-Somos un familia y como tal debemos hacer lo posible por ayudar y cuidarnos los unos de los otros para no enfadar a los demás, ¿De acuerdo?

-Lo sé tío... perdóname, iré a recoger mis cosas del salón.

-Gracias, pequeña

Luego de eso, la armonía pareció llegar de nuevo a la casa de los Suttinut, sin embargo solo fue un espejismo pues en cuanto el moreno cruzó la puerta sin los dulces que Sammy le había mandado, esta volvió a montar en cólera.

35. Primer amor - MewGulf  - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora