Capítulo treinta y cinco

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Gulf salía de la ducha con una toalla enrollada en su cuerpo, cuando de repente escuchó unos toques en su puerta.

Creyendo que sería su hija, este se acercó a esta, quitó el seguro y a continuación caminó hasta el armario.

-Pasa hija. Deja que me ponga algo encima e iremos a cenar.

-No soy Mae

Con asombro, el moreno se giró, encontrándose al arquitecto mirándolo fijamente mientras cerraba la puerta tras de sí.

-¿Qué haces aquí de nuevo?, Creí que ya estarías camino a tu casa.

-Iba a irme pero al subirme al coche no he podido hacerlo.

-¿Qué ha pasado?, Si no arranca, debes llamar a un mecánico, yo no tengo idea de arreglar un coche.

-No, no es eso... verás...emm, Mai quería que hablásemos y no lo hemos hecho, así que eso he venido a hacer... Gulf, ¿Has leído la carta?

El moreno asintió mientras abrió uno de los cajones en busca de ropa.

-Si, lo he hecho

-¿Y?... ¿Qué piensas?

-Pues pienso que ya es tarde para nosotros. Han pasado mucho tiempo y muchas cosas y...

-No puedes perdonarme, ¿Verdad?

-No, no es eso...es solo que creo que nuestro tiempo pasó y ya no tiene caso volver a lo mismo.

-¿Amas a otro?-preguntó Mew sin dejar de mirar embobado el desnudo cuerpo de este.

-No...si...bueno, lo cierto es que si hay alguien

-¿Quién es?, Puedes decirme

El moreno chasqueó la lengua con desgana mientras se ponía una camiseta.

-No lo conoces... por favor, sal de mi habitación y vuelve a tu casa y a tu vida. Mi hija vendra pronto y debo vestirme.

Lejos de obedecer, el arquitecto dio unos pasos hacia este.

-Mae no vendrá, está cenando con mis hijos. Acabo de hablar con ellos.

-No te creo. Vete, por favor- Insistió Gulf poniéndose nervioso a medida que el arquitecto se acercó más.

-No sin que hablemos de nosotros....si es posible que me perdones, deberíamos intentarlo, ¿No crees?

-No ha-hay un no-nosotros -balbuceó-ya sa-salgo por a-alguien

A pocos centímetros del moreno, Mew sonrió mientras se inclinó para acercarse al oído de este y susurrarle.

A pocos centímetros del moreno, Mew sonrió mientras se inclinó para acercarse al oído de este y susurrarle

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-Te refieres a ese tal Perth, ¿cierto?

-¿Có-Cómo sa-sabes de él?- balbuceó nuevamente  el moreno con asombro.

35. Primer amor - MewGulf  - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora