Capítulo diecinueve

593 119 5
                                    


Mae estaba en su habitación, tumbada sobre la cama un tanto aburrida pues ya llevaba bastante rato esperando a su padre para irse fuera de la casa de los Suppasit.

Esta había hecho las maletas de su progenitor y luego las suyas a toda prisa, sin saber siquiera el motivo de su huida pues al parecer eso estaban haciendo.

En cierto modo se sentía aliviada pues la verdad el vivir bajo el mismo techo que el chico que le gustaba y que había sido novio de una de sus amigas era bastante complicado, aunque por otro lado se sentía triste, ya que no le hubiera importado estar junto a él, tenía muchos sentimientos encontrados.

No veía justo que su amiga hubiera conseguido tan fácilmente el amor de Tharn y luego no dudara en engañarlo con otro chico pues ella lo hubiera dado todo por ser novia del único chico que le había llamado la atención.

Sin embargo no quería sufrir por un amor imposible como el que sabía que su padre llevaba oculto en su pensamiento y en su corazón pues aunque jamás se lo había confesado, ella lo había escuchado en sueños miles de veces e incluso había encontrado y leído las cartas que este guardaba celosamente.

...-Deja de ser tan tonta, Mae -sé regañó a sí misma -No puedes enamorarte de él. Ni siquiera te mira porque tu amiga le rompió el corazón. Ni siquiera pienses en lo increíble que hubiera sido permanecer aquí.

Realmente no sabía toda la historia que había pasado para que su padre decidiera irse tan rápido, luego de convencerla de que esa era una gran oportunidad de salir adelante y de que la dueña y la casa eran geniales.

En verdad apenas había tenido contacto con la mujer pero le había parecido un tanto extraña y algo impaciente por tenerlos allí.

Además estaba el hecho de que no había visto fotos de la familia al completo, sobre todo del cabeza de familia, al cual vio por unos instantes sentado en la mesa cuando había ido a servirles el postre, mientras su padre algo extraño también, se había negado a hacerlo.

Al parecer había sucedido algo que se le escapaba y eso la tenía muy intrigada pues su instinto le decía que algo grande estaba oculto pues tenía su sexto sentido muy desarrollado, gracias a las experiencias que había vivido desde muy joven y los genes deductivos de su madre.

Harta de esperar, finalmente se incorporó de la cama y decidió irse a buscar a su padre pues ya casi era medianoche y lo cierto era que se moría de sueño y todavía tendrían que regresar a la pensión.

Con decisión abrió la puerta y entonces vio que Mai estaba apoyada en la de su padre y se sobresaltaba.

...-¿Señora?

-¿S-Si?, Querida, ¿se te ofrece algo?- susurró la mujer haciéndole un ademán con la mano para que bajase la voz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¿S-Si?, Querida, ¿se te ofrece algo?- susurró la mujer haciéndole un ademán con la mano para que bajase la voz.

-¿Por qué está usted apoyada en la puerta de mi padre?

35. Primer amor - MewGulf  - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora