Capítulo XVI

2.5K 242 253
                                    

Una completa oscuridad sumergió las inmensidades del orfanato cuando se apagaron las luces a las diez en punto. Niall se removió acomodándose en su cama al ya estar preparado para dormir, y miró a Louis, quien repitió su gesto.

—¿Sabes lo que es un pijama? —la ironía en su voz se ganó una fulminante mirada por parte del ojiazul, quien resopló.

—¿Acaso tengo cara de estúpido?

—¿Tengo que contestar? —alzó las dos cejas con diversión.

—Mejor cállate, rubio —suspiró—. No me pongo el pijama porque no voy a dormir todavía.

—¿Y a dónde vas?

—A bailar salsa. ¡Tú que crees! —gritó por medio de un susurro al que su contrario se tuvo que esforzar por no reír—. Ni que hubiera muchos sitios a los que ir en este jodido orfanato.

—Vas a ver a Harry —asumió, pasados unos segundos en los que se destapó con la manta dispuesto a levantarse—. Voy contigo, y así veo a mi hombre.

—Quédate ahí, Horan. Túmbate.

—Oh, por el amor de Dios, Louis. Céntrate. ¿Nos vamos, o no nos vamos? —para aquel punto de la conversación, él ya se había quitado los pantalones para comenzar a vestirse.

—Que te acuestes, jodido imbécil —bufó—. Ahora van a hacer la ronda de vigilancia para ver que estemos todos en la cama. Iré después, y Zayn vendrá aquí.

Una sonrisa pícara se dibujó en los labios de Niall, quien volvió a acostarse al escuchar pisadas en el pasillo.

—Lo teníais todo planeado, ¿Eh? —susurró burlón—. Vaya cochinos estáis hechos, planeando fugas para follar —trató de no reír.

—¿Para follar? ¿Qué dices tú aho...?

Calló cuando la puerta se abrió de golpe, cerrando los ojos para hacerse el dormido. Se esforzó por no reír cuando vio la sonrisa traicionera que mantenía su amigo, pero acabó haciéndolo cuando la puerta se cerró de nuevo.

—Eres gilipollas —susurró riendo—. Casi me descubren por tu culpa.

—Cállate, que yo ya voy en calzoncillos. ¿Dónde estará mi hombre?

—Justo aquí.

No pudo evitar reírse emocionado cuando el morocho se lanzó sobre la cama donde él permanecía tumbado, abrazándolo con fuerza para espachurrarlo. Una sonrisa se formuló en los labios de Zayn al escuchar su felicidad, y se besaron frente a la atenta mirada de Louis, quien observaba con resignación.

—Podríais haber esperado a que saliera de la habitación, al menos —rodó los ojos, levantándose de la cama.

—Vete ya —Niall le lanzó un cojín.

—"Buenas noches, queridísimo Louis. Te echaré mucho de menos, te quiero" —ironizó las palabras. No estaba ofendido, ni mucho menos. Pero llevaba el día dramático.

—Exagerado. ¿Te propongo matrimonio, también? —el rubio alzó una ceja.

—Que os follen.

—Nada más cruces la puerta —Zayn se quitó la camiseta.

Les devolvió el cojín que le habían lanzado haciendo lo mismo con ellos, y salió de la habitación cerrando la puerta despacio, mirando a ambos lados del pasillo con sigilo. Decidió llevar los zapatos en la mano para ser lo más cauteloso posible.

Paso a paso, acabó cruzando los dos pasillos que lo alejaban de la habitación de Harry. En sumo silencio, dando pequeños pero firmes pasos en los que no dudó en ningún momento.

El orfanatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora