𝙲𝙰𝙿Í𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟹

120 10 9
                                    

⭑𝙷𝙴𝙻𝙴𝙽⭑

Siempre he preferido caminar que usar el transporte público y esta vez no fue la excepción, así que antes de llegar al edificio aprovecho para comprar algunas cosas que hacían falta en casa de Anna, es lo mínimo que puedo hacer para agradecer su hospitalidad.

Frente al edificio hay un auto que nunca antes había visto por aquí, aún así decido subir, utilizo las llaves que Anna me dio para abrir la puerta y al hacerlo mi corazón se paraliza, Jonathan está aquí.

—Helen —susurra al verme, Anna se levanta y me ayuda con el par de bolsas de papel.

—Dijo que era tu padre, ¿es verdad? —pregunta Anna, utilizando un tono muy bajo, asiento con la cabeza para tranquilizarla.

—¿Qué haces aquí? —intento mostrar indiferencia, pero en realidad siempre me ha interesado todo lo que tenga que ver con él.

—Vine a hablar contigo, de algo importante —mis cejas se juntan producto de la confusión.

—Yo los dejo, vamos Chester —anuncia Anna antes de caminar hacía su habitación.

—¿De qué quieres hablar? —me recargo en la pared, cruzando mis pies y brazos, Jonathan aclara la garganta.

—Me gustaría que vinieras a vivir conmigo, sé que cualquier cosa que diga vas a ponerlo en duda, y lo entiendo, pero en verdad quiero arreglar todo lo que dañé —mi corazón está latiendo como loco, durante mucho tiempo quise escuchar esas palabras. —Podemos hablar con tu madre y —

—Abigail —corrijo.

—Podemos hablar con Abigail, sé que no tendrá problema en que vengas conmigo —tiene razón, tampoco le importó que un hombre me llevara a cambio de unas cuantas metanfetaminas cuando solo tenía ocho años, de no haber sido porque me escapé por la ventana del baño, Ronnie no hubiera sido el primer hombre que estuvo entre mis piernas.

—¿Y por qué piensas que solo importa tu opinión y la de Abigail?, te recuerdo que ya no soy una niña y puedo tomar mis propias decisiones, no quiero ir con un hombre que dice ser mi padre —baja la mirada.

—Soy tu padre, y sé que me equivoqué pero quiero enmendarlo, no voy a irme sin ti, no pienso dejarte aquí —

—Ya lo hiciste dos veces, ¿por qué no una tercera? —mi voz se quiebra.

—Solo dame una oportunidad —respiro profundo, no sé que decir, siempre quise estar junto a él pero tengo miedo a que todo esto resulte un desastre. —¿Qué dices? —luego de evaluar cada una de las situaciones llego a la conclusión de que no tengo nada que perder, asiento con la cabeza y en su rostro aparece una sonrisa.

—Voy por mis cosas —camino hasta la habitación que Anna me asignó y comienzo a guardar mis pocas pertenencias.

Anna y Chester me miran desde el marco de la puerta, en el rostro de la mujer hay una sonrisa, no puedo descifrar si se debe a qué iré con mi padre o porque ya no tendrán una intrusa en su hogar, pero la conozco y sé que su emoción se debe a qué ahora estaré más segura.

Me despido no sin antes agradecerle a Anna por su amabilidad y a Chester por su compañía en las noches frías, Jonathan también les agradece y al terminar salimos del departamento, es momento de ir con Abigail para avisarle que me iré lejos de este lugar.

𝙰𝙼𝙰𝚁𝙴𝚂𝙲𝙴𝙽𝚃𝙴 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora