𝙲𝙰𝙿Í𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟹𝟻

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⭑𝙷𝙴𝙻𝙴𝙽⭑

Fue muy extraño encontrarme a Chase detrás de mi puerta, últimamente hemos creado una buena relación, tanto que podría atreverme a llamarlo «mi único amigo», sin embargo no esperaba que fuera él quién llamara a mi puerta a las nueve de la noche. Mucho menos me pasó por la cabeza que el motivo de su visita sería para hacerme la propuesta de aventurarme junto a ellos.

En cuánto se marchó, papá no dudó en preguntarme lo que sucedía, no estaba segura de contarle el motivo por el que Chase vino hasta acá, y es que no tenía sentido hacerlo, sabía que como respuesta obtendría un rotundo «no». Aún así decidí hacerlo, me hizo un par de preguntas sobre el viaje, como por ejemplo; a dónde iríamos, quiénes venían, y sí me apetecía acompañarlos.

La última pregunta me resultó difícil de responder, por una parte quería ir con ellos y conocer Arkansas, y por la otra, quería quedarme aquí, esperando que Edward me enviara un mensaje para citarme en algún lugar y así poder estar en sus brazos una vez más. Y de pronto, un pensamiento se instaló en mi cabeza; «Edward lo decidió así, y antes de irse te pidió que siguieras con tu vida».

—¿Llegué a tiempo? —Chase me mira con sorpresa, JJ también lo hace, aunque intenta pasar desapercibido.

—Justo a tiempo, en cinco minutos nos vamos —asiento con la cabeza mientras me pongo el gorro de mi sudadera, el aire fresco se estampa en mis mejillas ocasionando que un cosquilleo aparezca en ellas. —No creí que tu padre te diera permiso —

—Tampoco yo —JJ revisa la maleta que ya se encuentra en el porta equipaje, asegurándose de que todo esté en orden.

—¿Quieres poner algo aquí? —la voz del rubio es diferente, esta vez no usa el tono soberbio de siempre.

—Solo esto —le entrego mi mochila, la misma que vino conmigo desde Dallas.

—Iré al baño —susurra Chase.

—¿Otra vez?, fuiste hace diez minutos —el castaño ignora lo que JJ acaba de decir y corre hacia la casa del rubio.

—¡No tardo! —JJ resopla.

—¿Estás nervioso? —pregunto con la intención de romper con el silencio incómodo que se ha formado.

—Un poco, estoy acostumbrado a los golpes, pero aún así espero que no me dejen tantas marcas —

—Soy mejor que tú, pero debo aceptar que eres muy bueno —sonríe y rueda los ojos.
—Todo estará bien —levanta la mirada, y ahora sus ojos azules están fijados en mis pupilas.

—Lo sé... sweetheart —paso saliva y desvío mi mirada para así terminar con el contacto visual.

Un sonido bastante peculiar nos hace voltear, se trata del ruido que emite el auto de Billy. El entrenador sale de su Camaro y camina hasta la puerta del copiloto, una mujer alta y rubia también desciende del vehículo, la toma de la mano y luego ambos avanzan hacia nuestra dirección, el ceño de Billy se frunce al percatarse de mi presencia.

—¿Qué haces aquí? —la expresión que hay en su rostro no me permite manejar la situación con seriedad.

—Vendrá con nosotros —JJ decide responder por mí.

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