capitulo 32

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CAPITULO 32


Narra Emma:


Sabía que no debía hablar con él, sabía que no lo resistirá por mucho tiempo. Intentaba ser fuerte y fingir que o me afectaba en lo mas mínimo, pero era evidente que el me importaba más de lo que yo creía.

Aunque intente resistirlo, no pude. Lo extrañaba, lo extrañaba mes de lo que cualquiera podía extrañarlo.


No lo había visto en días y pase de ser su niña a solamente ser Emma. Me sentía tan frustrada y el hecho de que las cosas no se resolvieran lo volvía algo fastidioso.


Sentí que unos brazos me rodeaban y unos labios besaban mi mejilla. Voltee un poco y vi a Alex detrás de mí.


-ya no llores -dijo besando mi mejilla una vez más.

Tome sus manos que estaban posadas en mi cadera e intente no seguí llorando.


-lo siento, solo que no pude contenerme. -dije algo apenada.


-está bien que llores, eso ayuda a desahogarte, pero no me agrada verte triste. Sabes que haría lo que sea por ti, aunque estés enfadaba con migo o que estemos peleados, yo te quiero.


-también yo. -respondí inmediatamente.


-entonces has algo por mí. Deja de llorar y salgamos a dar un paseo.


Abrace a Alex muy fuerte y luego de besarnos tiernamente, salimos del balcón de mí, es decir nuestra habitación y fui por mi abrigo y mis guantes.


Antes de cruzar la puerta de la entrada principal, me acerque al despacho de mama y golpee levemente la puerta. Escuche su cálida voz al otro lado diciéndome que entrara. Abrí la puerta y me asome un poco.


-mama, Alex y yo saldremos a dar un paseo. -ella estaba frente a su computadora haciendo algún tipo de trabajo para mi abuelo. Me miro por un momento y luego asintió con la cabeza.


-¿estás bien?


-claro cielo, solo ve e intenta no congelarte afuera...


-bien, mama. Adiós.


Salimos de casa y salimos hacia la calle. El lugar era hermoso y muy grande... era como u bario privad muy grade en las cuales las casas eran casad e campo separadas por varios kilómetros de las casas vecinas, los arboles conservaban su follaje y había muy poca nieve sobre la acera. El cielo estaba un poco nublado y cada vez que pasábamos por el frente de una casa vecina, podíamos ver sus adornos navideños. Lo cual me recordaba que solo faltaban dos días para navidad y a mama ni siquiera se le había ocurrido comprar un árbol.


-son adornos muy bonitos... -agrego Alex, mientras que observaba el santa Claus encima de uno de los tejados de las casa vecinas.


-lo sé, lástima que a mama este año no le entusiasme mucho la navidad.


Atrévete a querer 2 temporada de (UAND) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora