OLVÍDATE DE MÍ

6. ¿Puedes decirme quiénes éramos?

••• POV Alex •••

Entonces Nicky no solo me llamó en domingo, más bien me pidió salir una noche más para hablar de los detalles respecto al puesto, lo que debería haber negado, haberle dicho que no quería ir a beber nada y menos aún aceptar ese puesto luego de ver esa fotografía donde Piper está con una linda mujer y un hijo tan hermoso e idéntico a ella.

Ni en un millón de años me habría imaginado que ella tendría ya una vida hecha como de cuento de hadas.
Tiene una esposa guapa, un trabajo exitoso en el que ella es la jefa, un hijo con sus mismos ojos azules y no me extrañaría que tenga también la casa de sus sueños, tal y como la de Barbie.
Quizás incluso tiene un día completo y maravilloso cada maldita vez que vuelve a casa y esa pelirroja le pregunta cómo le ha ido y juntas preparan la cena para luego llevar a su hijo a la cama, leerle un cuento, besar su cabeza y entonces, la noche para ellas comienza en la privacidad de su habitación.

Conocí a Piper en una época en la que ninguna de las dos veía más allá en busca de algo serio o de un futuro prometedor.
Es cierto que su padre la regañó mil veces por salir con una mujer y no solo eso, porque esa mujer no estaba a su altura y no tenía siquiera ganas de terminar la universidad.
Por supuesto que él nunca me conoció en persona, pero bastó que viera cómo su hija se comportaba conmigo lanzándose al lago en aquella fiesta elegante de su empresa y arruinando su vestido mientras nos llenábamos de besos y nos reíamos a carcajadas sin importar lo mal que nos estaban mirando las personas estiradas al rededor.

—¿Ya vas a decirme qué le diste a Piper para que te autorizara a no usar uniforme?— Nicky insiste.

—No le di nada.— me rio y bebo de mi cerveza.

—¿Le prometiste una noche de sexo salvaje?

—¿Qué?— casi le escupo toda mi bebida.

—Ya dime, ¿por qué está siendo amable contigo?

—Ella no está siendo amable, está lejos de ser amable conmigo.

—Nunca en la historia de Chapman-Land las personas que trabajan en recepción han llevado otro tipo de ropa que no fuera ese tonto uniforme, incluso yo lo usé una vez.

—Espera...— giro mi banco hacia ella —¿Me estás diciendo que trabajaste en la recepción?

—Claro,— asiente —y luego Piper ocupó el puesto de su padre, lo que desde luego hizo que me descubriera y bueno, ahora estoy en la cima, bebé.

—Entonces tal vez te quite el empleo si te descuidas, Nichols.— me burlo solo para molestarla.

—Y eso será porque tú tienes la oportunidad de follarte a la jefa, así cualquiera puede ascender de puesto.— se encoge de hombros.

—Yo no tengo esa posibilidad, ella está casada y tiene un hijo,— sonrío con tristeza mirando la botella en mis manos —¿cómo diablos pasó?

Puede ser que el alcohol me esté haciendo hablar en voz alta sobre las dudas que tengo en mi cabeza, pero no logro entender cómo es que tan pronto ella se olvidó de todo lo que vivimos y simplemente avanzó, pero yo sigo estancada en una vida desastrosa y mediocre que no me lleva a ningún sitio, solo a trabajar en un sitio en el que no requiere demasiado esfuerzo.

—Pues, básicamente se conocieron, se enamoraron, se casaron y en menos de un año, la rubia estaba en un proceso hormonal y, ¡bam! Después apareció con una barriga enorme a punto de explotar y esa pequeña copia de ella nació.