OLVÍDATE DE MÍ

53 - Universo

••• POV PIPER •••

Es difícil lidiar con todo a la vez. Y no es que no pueda hacerlo, porque el destino me ha demostrado varias veces que estoy hecha de una madera muy resistente.
No muy a menudo hay que lidiar con la idea de deshacer los lazos que pasaste años creando con las personas que creíste que se quedarían contigo para siempre, y más aún, haciendo justicia de manera legal y sabiendo que estás contribuyendo a que paguen su deuda moral o bien, vayan a prisión, cosa que ni mi padre ni mucho menos Zelda van a dejar pasar, estoy segura.

Y además de ello, Alex ha estado un poco distante estos últimos días, como si no quisiera apoyar mis decisiones, pero en parte, además de hacerlo por Zac y porque es lo justo, también lo hago por ella, por mi esposa, aunque eso no le agrade lo suficiente.
He tratado de estar tranquila al respecto, pero cuesta ver como pareciera evitarme de esa forma tan sutil que, si no fuera yo tan apegada a ella y ella no me demostrara su amor cada dos segundos, o bueno, cuando eso solía hacer, tal vez entonces yo no notaría lo diferente que ahora está conmigo.

Sé que la reciente muerte de su madre podría estar afectándole de formas que no quiere aceptar, pues aunque se lo he preguntado y hemos hablado ya de ello, es un tema que no es fácil poner en la mesa porque no le gusta hablarlo con nadie. Pues aunque le he pedido también a Nicky hablar con mi esposa, por si necesita desahogarse con alguien que no sea yo, pero ella ha obtenido exactamente el mismo resultado.

La observo desde el marco de la puerta ayudando a Zac a ponerse la camiseta de su pijama, y debo decir que, aunque ya está acostumbrado al yeso que le recubre el brazo desde ese desafortunado incidente, aun así mi esposa sigue insistiendo en ayudarlo a hacer cualquier cosa que a él le facilite las cosas, aunque le he dicho también que lo está consintiendo de más, pero ella siempre repone que le hace feliz ayudarlo, aunque mas bien, creo que es porque sigue sintiéndose culpable por el accidente.

—¿De verdad es necesario que siga yendo a la escuela?

—Dime algo, cariño,— Alex le peina el cabello rubio y aún húmedo por la ducha, con extrema suavidad —¿no estabas harto de hacer tareas en casa?

—Sí, pero es difícil estar en el colegio y que todos me miren raro.— dice mi hijo con el rostro cabizbajo —Además, nadie me ayuda a sacar mis cuadernos.

—Si pudiera, yo lo haría.— le sonríe.

Y sí, sé que en esa cabecita rubia de mi pequeño se está gestando una idea que va a ir demasiado lejos y va a comprometer de alguna forma a mi esposa que, no tiene la fuerza para decirle que no a Zac.
Así que, es mi momento de hacerme notar, y apuesto que esa intervención va a hacer que Alex salga de la habitación en un santiamén.

—Oh, claro que no, mi amor.— repongo avanzando con cautela hacia la cama de Zac y con suavidad acaricio la espalda tan fascinante de Alex —Tienes que aprender a hacer más cosas por tí solo, y sobre todo, no debes perder el gusto por la escuela. Si tus compañeros te molestan, puedes decirle a tu profesora para que ella los corrija, o tal vez pueda yo hablar con ella y...

—No,— dice de prisa —ellos solo me miran mucho, pero nadie se burla ni me dice sobrenombres tontos.

—Bueno, entonces tal vez, si tú intentaras hacer todo lo mejor que puedas, ellos se cansarán de verte. Les causa curiosidad ver que tu brazo está lastimado.

—Voy a darme una ducha, ¿bien?— Alex se pone de pie —Los dejaré hablar por un momento.

—¿No vas a apoyarme, Al?— le sonrío haciendo un puchero.

—Te amo, pero de verdad tengo que darme un baño, y este hombrecito debe dormir, ¿has visto la hora?

—Sí...— me pongo de pie de inmediato.